El BNG pide abrir ya el Pazo de Meirás con un homenaje a víctimas de la dictadura
El diputado del BNG, Luis Bará, exige la reapertura inmediata de sus exteriores y convertir el inmueble en un centro internacional de defensa de los valores democráticos
El BNG pone deberes al Gobierno central y la Xunta de Galicia por el Pazo de Meirás. El diputado de la formación nacionalista, Luis Bará, ha exigido la reapertura “inmediata” del inmueble hasta ahora propiedad de la familia Franco y ha pedido que el primer acto que se celebre en su interior tras volver a formar parte del patrimonio público sea un homenaje a las víctimas de la represión franquista.
Según Bará, el Pazo de Meirás permanece cerrado desde el 10 de diciembre, algo que, a su juicio, «vulnera la legislación vigente en materia de patrimonio cultural”. El diputado del BNG ha recordado que a finales de enero se aplazó el acceso a los espacios públicos debido a la situación epidemiológica. No obstante, varios meses después de la entrega de las llaves ha afirmado que su cierre «no tiene justificación».
Es por este motivo que la formación nacionalista solicita la apertura «inmediata» de los espacios exteriores del Pazo de Meirás y que la primera actividad prevista en ellos sea un gran homenaje a «todas las víctimas de la represión y expolio», además de las entidades y personas que «lucharon por la recuperación» del inmueble.
Centro internacional de defensa de la democracia
Asimismo, ha planteado que se contemple su conversión en un centro internacional de divulgación, investigación y defensa de los valores democráticos y los derechos humanos «frente a las dictaduras y los fascismos».
Ante esta situación, Bará ha urgido la apertura de los espacios exteriores del Pazo de Meirás para «alcanzar la apropiación ciudadana» y debido a su «simbolismo». Precisamente, el BNG presentó distintas iniciativas en la Cámara gallega para la recuperación del inmueble y en defensa de su uso público, así como para la reparación del daño a las víctimas de la dictadura y contra «el expolio que supuso la usurpación de este bien patrimonial a su legítimo dueño, el pueblo gallego».