El adelanto electoral acelera pero no varía el plan de Yolanda Díaz y Podemos: «Condenados a entenderse»

Tras la debacle en el espacio rupturista, Sumar y los morados tienen doce días para acordar una coalición, una posibilidad que ambas partes daban por hecho, a pesar de las tensiones, cuando los comicios generales se planteaban para diciembre

Yolanda Díaz e Ione Belarra / EP

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“El adelanto electoral obliga a Podemos y a Sumar a llegar a un acuerdo en tiempo récord, pero sinceramente, pocos pensaban que realmente no lo fueran a alcanzar cuando las elecciones generales se planteaban en diciembre”. Así se manifiestan fuentes cercanas al entorno de Yolanda Díaz, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, a raíz de cómo enfrenta la política gallega el anuncio de Pedro Sánchez del adelanto electoral por el que los comicios generales se celebrarán el próximo 23 de julio.

Distintas fuentes consultadas por Economía Digital Galicia indican que todos los ministerios del Ejecutivo central, tanto los socialistas como los de Unidas Podemos, habían ya pactado la celebración de comicios el próximo 3 de diciembre por lo que se desconoce cuándo comenzó Sánchez a barajar la posibilidad del adelanto a julio y si este escenario ya se estudiaba con anterioridad a un 28M que ha asestado un duro golpe a los socios de Gobierno. No obstante, las voces consultadas por este medio aseguran que desde este mismo lunes la voluntad de ambos espacios es la de alcanzar cuanto antes un pacto, habiendo ya retomado las conversaciones.

Contrarreloj

La nueva fecha obliga tanto a la confluencia Sumar, impulsada por Yolanda Díaz, como a la cúpula de Podemos a llegar a un acuerdo en tiempo récord si quieren acudir juntos a los comicios generales, una posibilidad que, ahora, todos los actores implicados en el espacio de rupturismo dan por hecho debido a su propia supervivencia. Con el calendario en la mano, tras casi un año de desencuentros, tendrán que llegar a una entente en los 10 días posteriores a la disolución de las Cortes. Está previsto que este martes se publique en el Boletín Oficial del Estado (BOE) el real decreto de disolución, que podría entrar en vigor como tarde el miércoles. Las coaliciones electorales deben presentarse en el plazo de 10 días, 20 para las listas completas.

Aunque tanto desde el entorno de Sumar como de Podemos aseguran que nada se puede predecir todavía, ambos evidencian que la voluntad inequívoca es la de, ahora sí, alcanzar un acuerdo rápido, algo a lo que se ven obligados debido a la maniobra de Sánchez. Con las cartas sobre la mesa, ninguna de las dos facciones ha resultado beneficiada en las elecciones locales y autonómicas de mayo, por lo que nadie parte con una posición de superioridad. La formación de Ione Belarra se ha hundido en las locales mientras que las marcas más cercanas a Sumar (comunes, Compromís, Más Madrid e IU) también han experimentado un retroceso. «Todos tienen claro que, a pesar de todo, el adelanto electoral va a obligar a ambos espacios a no distraerse, deben llegar ya a un acuerdo», coinciden fuentes de ambas formaciones.

De Belarra a Díaz

Este lunes, de forma pública, tanto Belarra como Díaz manifestaron su voluntad de llegar a entendimiento. Mediante un mensaje en Twitter, la ministra indicó que «asume el reto» de dar la batalla en las elecciones generales y hacer las cosas «de otra manera».

Por su parte, Belarra hizo una lectura similar aunque con matices, ya que en una breve declaración sin preguntas y sin autocrítica indicó que mucha gente progresista está «triste y preocupada» por el avance de la «ola reaccionaria» que se evidenció este domingo en los comicios.

La ministra no hizo en sus declaraciones una mención especial a la debacle de los morados, pero la realidad es que, a día de hoy, solo mantienen su presencia en el Gobierno de Navarra de los seis en los que estaban (aparte de la comunidad foral, Comunidad Valenciana, Baleares, Aragón, Canarias y La Rioja) y que retroceden en casi todos los parlamentos autonómicos (han perdido casi un 70% de poder territorial). Han quedado fuera además de la Asamblea de Madrid y no han logrado entrar en el ayuntamiento.

En este escenario, la figura de Pablo Iglesias sigue jugando un papel importante en la estrategia de Podemos y este lunes, el exdirigente señaló en su programa de La Base que «lo que es indudable» es que todo el espacio de la «izquierda progresista» tiene que ir de la mano a las elecciones del 23 de julio. «Hay que entender las posibilidades que se abren tras los comicios de ayer y también entender el avance que se ha producido en la derecha«, indicó.

Los tiempos

Hasta ahora, las principales tensiones entre Sumar y Podemos estaban en el reparto de cuotas de poder, especialmente en circunscripciones como la madrileña, por la que se presentarán los principales cuadros de ambas formaciones. Los morados insisten en la celebración de primarias abiertas al conjunto de la ciudadanía par definir las listas, una opción que, para las formaciones integradas en Sumar volvería a dar a los de Belarra y Montero la voz cantante en la confluencia.

Tras el 28M, el escenario y el horizonte de Sumar y Podemos semeja más corto a tenor de los resultados electorales, no obstante, el repentino adelanto electoral tampoco trastoca en gran medida la hoja de ruta de Díaz que, según distintas fuentes, pasaba por retomar las conversaciones una vez celebradas las municipales precisamente con la creencia de que un resultado bajo por parte de Podemos facilitaría alcanzar un pacto. Hay que tener en cuenta que el partido fundado por Iglesias no estuvo presente en el acto de Magariños en donde la ferrolana presentó su candidatura.

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