Diego Calvo gana la batalla a Baltar por ‘colocarse’ en la sucesión de Feijóo 

El líder del PP de A Coruña es el único que tendrá puesto en la Xunta, en Génova y en la dirección del PPdeG; el 'baltarismo' se queda como estaba, sin ganar poder orgánico ni presencia en el Gobierno

Alfonso Rueda y Diego Calvo / EP

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El PP gallego ha dado por concluida la sucesión acelerada de Alberto Núñez Feijóo, que parte hacia el Senado a medirse con Pedro Sánchez tras apartar a Pablo Casado y hacerse con el mando del partido. Los objetivos que marcó el líder de los populares tras el congreso de Sevilla donde salió coronado se han cumplido: el relevo finaliza en mayo, sin romper demasiados platos y con su número dos, Alfonso Rueda, al frente del partido en un congreso arreglado para dar imagen de unidad.

El único peaje que paga el PPdeG es la negociación con sus propios barones, que dio lugar al pacto que convirtió a Rueda en el único candidato. Dos líderes territoriales habían alzado antes la voz: Manuel Baltar, único presidente de los populares en una diputación gallega; y Diego Calvo, líder del PP de A Coruña y recientemente colocado por el propio Feijóo al frente del comité electoral en la ejecutiva de Génova. Ambos pidieron un congreso para elegir sucesor y recordaron el peso de sus territorios en las victorias del PP en Galicia, cosechando más apoyos que en Pontevedra, de donde procede Rueda.

El ascenso de Diego Calvo

Finalizado el relevo, Diego Calvo se ha convertido en vicepresidente segundo de la Xunta, asumiendo la Consellería de Presidencia que tenía Rueda durante los mandatos de Feijóo. Es el único cargo que estará presente en la dirección del PPdeG, como miembro nato al ser presidente del PP de A Coruña; en la dirección de Génova y en el Consello da Xunta. También es la primera vez en mucho tiempo que un perfil político de tanta relevancia ocupa un puesto tan alto en el Gobierno gallego al margen de los presidentes.

Frente al ascenso del ex presidente de la Diputación de A Coruña, el premio para Baltar es escaso, pues tanto él como su provincia se quedan más o menos donde estaban. No tendrán mayor representación en la Xunta, donde se mantienen los mismos nombres salvo por la entrada de Calvo. Tampoco gana poder orgánico, pues el principal representante ourensano será Gabriel Alén Castro, delegado de la Xunta en Ourense con Feijóo y nombrado por Rueda vicesecretario de Acción Electoral. Sin embargo, se cae Celso Delgado del comité de Derechos y Garantías, donde será sustituido por Lupe Murillo. Miguel Santalices, otra persona de confianza para Baltar, está al frente del Parlamento Gallego, un relevante cargo institucional, pero que lleva ejerciendo desde 2016.

Manuel Baltar / EP

Si Baltar no exigió mayor poder orgánico o político para Ourense, al menos hay otros dos aspectos en los que Rueda puede complacerlo, según las fuentes consultadas. Por un lado, el área de termalismo en la Xunta anunciada en el debate de investidura y que tan bien casa con el proyecto que tiene Baltar para la capital ourensana, donde pretende abrir uno de los mayores hoteles balneario de Europa. Por otro, otorgar libertad al barón provincial de cara a los candidatos a las municipales, lo que, todo apunta, facilitaría el regreso de Manuel Cabezas como apuesta para recuperar la alcaldía en la Cidade das Burgas.

Baltar expresó este lunes su «satisfacción» no por la presencia de ourensanos en la dirección del PPdeG sino por la incorporación de Antonio Rodríguez Miranda y Ana Vázquez al equipo de Feijóo, a pesar de que no son personas de su estrecha confianza. El primero será responsable del área del PP exterior y la segunda, hasta hace poco casadista, ocupará la secretaría de Interior. En un comunicado, el presidente provincial dijo que estos nombramientos «refrendan el peso» del PP de Ourense a nivel autonómico y estatal. A su juicio  el esfuerzo y la dedicación de los militantes del PP de Ourense se traduce en «el mayoritario apoyo en las urnas» y en «una amplia representación en los órganos de dirección del PP».

Marta Fernández-Tapias crece en el partido

Sin atender a repartos de cuotas, como había aconsejado Feijóo pese a la negociación con los barones, Rueda ha configurado un equipo continuista, donde la mitad de los cargos ya formaban parte de la estructura que dejó el dirigente de Os Peares. Además de la incorporación de Paula Prado a la secretaría xeral, relevo obligado por la marcha de Miguel Tellado a Madrid, las fuentes consultadas destacan también la incorporación de Marta Fernández-Tapias como vicesecretaria de Participación. No tanto por el cargo sino por ser una persona de confianza de Rueda que puede medrar en el partido si el rodillo de Abel Caballero no le pasa por encima en Vigo.

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