Defensa hace negocio con los restos del «Casón» y el «Mar Egeo»

Saca a subasta la extracción de las estructuras de ambos buques, hundidos en las costas de Fisterra y en las proximidades de la Torre de Hércules

Dos símbolos de las catástrofes marítimas que azotaron en los últimos treinta años las cosas gallegas están a punto de convertirse en euros. Y lo harán de la mano del Ministerio de Defensa, que acaba de sacar a subasta la extracción de los restos de ambos buques, que reposan en los bajos de la Torre de Hércules, en el caso del «Mar Egeo», y en playa de O Rostro (Fisterra), en el del «Casón». En ambos casos, en su día ya fueron extraídos parte de los restos de su casco y equipos, que se encuentran a unas profundidades de entre seis y once metros. Y lo fueron tanto de forma legal como ilegal. 

Esta vez, para lo que queda de ambas estructuras, se opta por la fórmula de la subasta. Así, los restos podrán ser comercializados por el mejor postor como ferralla. El organismo que tramita el expediente es la Junta Delegada de Enajenaciones y Liquidadora de Material del Cantábrico, con sede en el Arsenal Militar de Ferrol, de la Marina.  

Garantías y fechas

El importe de la licitación no ha transcendido, según los anuncios que publica Defensa este lunes en el BOE. Se establece una reserva a favor del Estado, «según los porcentajes indicados en el pliego de cláusulas administrativas particulares». Lo que sí pide Defensa es una garantía, que no es provisional. El adjudicatario deberá constituir una garantía definitiva por importe de 10.000 euros. 

La fecha límite para la presentación de ofertas es el 11 de enero de 2017. La apertura de ofertas de los licitadores admitidos se realizará en la Unidad de Contratación del Arsenal Militar de Ferrol, ese mismo mes.  

Inexplicables catástrofes

El buque panameño «Casón», hundido en las costas de Fisterra un día de mar en calma y cielo despejado en diciembre de 1987, causó la muerte de trece de sus tripulantes, y la evacuación del pueblo de Fisterra. Los bidones que transportaba provocaron varias explosiones durante días.  

En el caso del «Mar Egeo»,  en los noventa, se trataba de un superpetrolero que enfiló inexplicablemente las cosas de la Torre de Hércules cuando entraba para descargar en la bahía de A Coruña. No provocó víctimas mortales, pero sí una marea negra de millonarias consecuencias en la costa.

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