De Rueda a Baltar: la incierta sucesión de Feijóo tensiona el PP gallego
La anomalía de cambiar de líder a mitad de legislatura, la proximidad de las municipales y la posibilidad de que se postulen varios candidatos se suman a la orfandad que dejará el todavía presidente de la Xunta tras 16 años al frente del PPdeG
El PPdeG afronta un cambio de página desde el vértigo de dejar atrás una etapa de 16 años con Alberto Núñez Feijóo al frente, 13 de ellos como presidente de la Xunta. El dirigente gallego, que llegó a la presidencia del partido en Galicia en 2006 como relevo de Manuel Fraga, se convertirá esta semana en presidente del PP en España, hito que servirá también para dar el pistoletazo de salida a la sucesión en la comunidad donde obtuvo su capital político. Feijóo señaló que «a partir de la primera semana de abril» comenzarán a concretar la fórmula para pasar el testigo, proceso que debe realizarse en primer término en el partido, por la incompatibilidad de dirigir a la vez el PP gallego y el español, y después en la Xunta, ya que es inviable asumir los dos cargos, que supondría estar continuamente entre Galicia y Madrid.
Que Feijóo active próximamente el relevo no significa que vaya a presentar la dimisión como presidente de la Xunta tan pronto, pues los plazos que maneja lo podrían mantener en el puesto hasta el mes de mayo. En todo caso, el congreso de Sevilla del 1 y 2 de abril consolidará la situación de interinidad del presidente en el Gobierno gallego al hacer efectivo el salto a Madrid, y pondrá en marcha el proceso para definir su sucesión. Siempre rodeado de fieles o de perfiles técnicos, Feijóo no dejó apenas crecer capital político a su sombra, por lo que tampoco hay un liderazgo claro para reemplazarlo.
Alfonso Rueda, el candidato lógico
Dos nombres está sobre la mesa. El más pronunciado es el de Alfonso Rueda como candidato a terminar la legislatura en la presidencia de la Xunta. Es la solución lógica para Feijóo ya que lo ha acompañado como su número dos durante su largo mandato en el Gobierno gallego. El abogado pontevedrés tiene experiencia de gestión, fue secretario xeral de los populares gallegos, tiene familia política, esto es, grupo de afines; y lidera ahora el PP de Pontevedra.
Si Rueda aspira a la sucesión y a ser el próximo candidato del PP a la Xunta, pues fiel al estilo de la casa nunca se ha pronunciado en tal sentido, también tiene algunos inconvenientes, como su escaso tirón en Pontevedra y Lugo, algunas divisiones que arrastra el partido en Vigo con un sector alternativo como el que lideró el exconselleiro Javier Guerra, y alguna enemistad de su etapa de secretario del partido.
El revoltoso Manuel Baltar
El otro nombre es Manuel Baltar, pero sin necesidad en su caso de comentarios dentro del partido. El barón ourensano ya maniobró en 2018, mientras Feijóo se pensaba si optar a la sucesión de Mariano Rajoy, para convertirse en su relevo. En los últimos días, sin confirmar si quiere volver a aspirar al puesto, envió dos mensajes importantes. Por un lado, que Ourense es la única diputación que conserva el PP y el gran caladero de votos del partido; y que independientemente de quien quede en la presidencia de la Xunta, y él apuesta por Rueda, el PPdeG tendrá que celebrar un congreso para elegir el próximo candidato a presidir el Gobierno gallego.
La posibilidad de que más de un candidato opte a suceder a Feijóo es otra de las complicaciones que afrontará el partido en lo que queda de legislatura. Más que nada, porque tiene que evitar descoserse para seguir gobernando. El dirigente de Os Peares, en un contexto más difícil pues había un bipartito de PSOE y BNG en la Xunta, lo consiguió en su momento.
Las complicaciones
Más allá de las aspiraciones que tengan los dirigentes populares, hay dos complicaciones en el camino. La primera es la propia situación de interinidad que aprovechan PSOE y BNG para azuzar el agravio a Galicia, representando a un presidente con la cabeza en Madrid y que desestabiliza la Xunta para estabilizar su propio partido o en virtud de una ambición personal.
La segunda es la proximidad de las elecciones municipales, que el año próximo serán la primera piedra de toque para el relevo de Feijóo en la comunidad y que, tradicionalmente, no son unos comicios favorables a los intereses de los populares. El nerviosismo en las juntas locales es patente desde hace semanas.
El relevo en el PPdeG
Para pasar el testigo en el PPdeG, algo inevitable a corto plazo por la incompatibilidad de los cargos que fija la normativa de los populares, hay al menos tres fórmulas a estudiar. Las más conocida es la de que Miguel Tellado, actual secretario xeral, se mantenga de forma interina al frente hasta la celebración de un congreso. Sin embargo, el comité ejecutivo también puede nombrar a un nuevo presidente sin necesidad de cónclave al producirse una dimisión, la de Feijóo. Otra opción es armar una gestora para que conduzca el partido hasta el congreso.