Covid-19: España tiene cinco meses para cerrar su plan de vacunación
Javier Colás, director de innovación del Health Care Institute de Esade, explica a Economía Digital los planes de su grupo de investigación
Consiguió varios superrobots para analizar test PCR en uno de los momentos más duros de la pandemia, pero ahora el objetivo es distinto. Javier Colás, conocido como uno de los cinco magníficos del coronavirus, planea el desarrollo de la nueva plataforma para el plan de vacunación. Y marca en rojo una fecha en el calendario para que el país esté preparado: el primer trimestre de 2021.
El objetivo, según explica, es poder controlar cualquier imprevisto que pueda aparecer una vez se vacunen las personas en España. Se trata de un aspecto muy importante por varios motivos. El primero es que, a diferencia de otras vacunas como puede ser la de la gripe, la del coronavirus se aplicará sobre gran parte de la población en un breve periodo de tiempo.
«Vamos a tener a millones de vacunados, van a ser de todas las edades y van a vacunarse tanto en la sanidad pública, en la privada o en comunidades autónomas en las que luego no van a residir. Además, en el mes de mayo o de julio, cuando empecemos a vacunar, vamos a tener, por lo menos, media docena de vacunas distintas», explica Colás.
El segundo motivo son los posibles efectos secundarios, un aspecto que no debe de ser grave pero sí hay que estar atento. «Deberemos tener un sistema que pueda prever dónde está la persona que se ha vacunado», explica Colás en conversación telefónica con Economía Digital. «Hablamos de vacunas que se han desarrollado en 9 meses», remata.
A diferencia de la gripe, se vacunará un gran volumen de personas en un corto periodo de tiempo
El tercer factor a tener en cuenta es la necesiddad de cohesión en la administración. «El sistema de vacunación es una competencia que está transferida a las comunidades autónomas, quienes han desarrollado sus propios esquemas con mayor o menor éxito. Ahora necesitaremos una mayor y mejor comunicación», añade Colás, que recuerda que dicho sistema deberá estar listo para «los tres primeros meses de 2021», es decir, dentro de cinco meses.
Los cinco magníficos del coronavirus
Colás, además de director de innovación del Health Care Institute de Esade, es conocido como uno de los cinco magníficos del coronavirus. Así se bautizó al grupo que nació desde la sociedad civil y compone él junto a Rocío Martínez, investigadora del King’s College de Londres; Sandra Figaredo, consultora de LLYC; Andreu Veà, de Covid Warriors, y María Parga, presidenta de Alastria.
Todos ellos saltaron a los medios por lograr financiación privada para traer a España superrobots capaces de analizar 2.400 test PCR diarias. «Funcionaron muy bien al principio y lo siguen haciendo, pero las necesidades no son las mismas ahora», comenta nuevamente Colás al incidir en que la situación epidemiológica ha cambiado.
Colás y su grupo de expertos consiguieron robots capaces de analizar 2.400 PCR diarias
«En plena pandemia la industria no estaba preparada, por lo que los superrobots eran idóneos al ser capaces de trabajar con cualquier kit de reactivos, independientemente de su fabricante», recuerda el experto.
Otro de los cambios ha llegado porque los test rápidos, que antes eran poco seguros, son cada vez más precisos. Colás, a este respecto, incide en que «cada vez hay más tipos de test rápidos que se pueden ayudar para la trazabilidad de la cadena de contagios».
Ayuda al turismo
Tanto Colás como sus cuatro compañeros han estado alerta durante todas las fases de la pandemia. Si primero pensaron en la necesidad de test, luego se preocuparon por la resurrección de sectores tan importantes para la economía como el turismo.
Por ello trabajaron en varias direcciones, como las credenciales de salud, una medida que iba encaminada a hacer test en todo tipos de lugares, públicos o privados, para decir cuál estaba o no libre de coronavirus.
No obstante, esta propuesta era difícil trasladar a todos los terrenos. Por ejemplo, asegurar que no hay contagios en aviones no resultaba tan sencillo porque se debía realizar test a todos los pasajeros para cercenarse de que nadie estaba contagiado, con el obstáculo de los PCR, que tardan varias horas en dar resultado.