Choque frontal entre CiU y Ciudadanos: Rivera atrae votos ‘moderados’
Duran Lleida, el más consciente del problema, arremete contra el partido emergente que podría quedar segundo en las elecciones catalanas
Los dirigentes de CiU recuerdan ahora frases y comentarios. Pero también hechos concretos. Tras las elecciones de 2012, las que adelantó el President Artur Mas, la cúpula nacionalista quiso saber qué había sucedido. CiU pasó de 62 diputados a 50 escaños.
Y la empresa Feedback, la que ahora realiza sondeos para La Vanguardia, les explicó que la fuga de votos hacia ERC podría continuar, pero que ya había llegado a un cierto límite, y que la preocupación debía situarse en Ciutadans, porque ese sería el espacio, a partir de aquel momento, que podría crecer a costa del electorado más moderado de Convergència, el que se siente «tan catalán como español», el que, sociológicamente, ha mantenido una cierta continuidad desde los tiempos de la UCD en Cataluña.
¿Una quimera? Quizá en aquel instante. La dirección, la que encabezan Josep Rull, Lluís Corominas y Jordi Turull, no le dieron mayor importancia. Ni el propio Artur Mas. Aunque sí Jordi Pujol, con algunas intervenciones en las ejecutivas de CDC. Ciutadans subía, –hasta nueve diputados– pero no era una amenaza.
Partido influyente en España
Lo que ha ocurrido, sin embargo, es que la expansión del partido que dirige Albert Rivera en toda España ha provocado un efecto ‘espejo’, y el partido aumenta también en Cataluña, porque se percibe como un partido útil, que puede ejercer un papel importante en el conjunto de la política española.
Ahora todos recuerdan aquellos consejos de la empresa demoscópica, que dirige Jordi Sauret. Y por ello se han lanzado a una crítica despiadada contra Ciudadanos, protagonizada, curiosamente, por Josep Antoni Duran Lleida, el dirigente más consciente de esa fuga de votos. «Su gran activo es que no los conoce nadie», clama estos días Duran en los pocos actos electorales a los que asiste. El alcaldable por Barcelona, Xavier Trias, también critica a los nuevos partidos, aunque se ha especializado en Barcelona en Comú, la candidatura en la que está integrada Podemos.
El tenista Rivera, al resto
Y Ciudadanos se ha mostrado firme ante esos ataques. El propio Albert Rivera, como si se tratara de un tenista al resto, que aprovecha toda la fuerza del servicio del adversario, aseguró este martes que los ataques del propio Artur Mas tienen una explicación: «sabe que está perdiendo votos a favor nuestro».
La propia encuesta de Feedback de hace una semana mostraba que la pérdida de votos podría oscilar entre 80.000 y 100.000 votos hacia Ciudadanos, mientras que la que pérdida en favor de ERC sería de unos 40.000 sufragios. «Supongo que saben quién es su rival, pero nosotros no vamos a jugar a eso, no vamos a crear bandos», incidió Rivera.
El domingo sonará el despertador
Rivera se escuda en los propios sondeos que se han ido publicando en las últimas semanas, que dejan a Ciutadans en el Parlament de Catalunya como tercera fuerza política, rozando a Esquerra, e, incluso, por encima, con unos 26-28 diputados, que, unidos a la pérdida de unos 15 escaños de CiU, –ahora tiene 50– dejaría las cosas en un duelo entre Mas y Rivera.
Es cierto que los ataques y las estrategias se basan en estos momentos en trabajos de demoscopia. Pero el domingo habrá datos tangibles. Un veterano dirigente de CiU sentencia: «El domingo, seguramente, sonará el despertador, y se comprobará la realidad».
Es decir, que CiU se sentirá segura en las pequeñas y medianas ciudades catalanas, pero sin apenas mejorar en el área metropolitana, donde viven 3,2 millones de catalanes, y donde se acumula el 52% del PIB catalán.