Casado desembarca en Galicia: tirará de Feijóo para reforzar su imagen
El líder del PP busca rentabilizar la hipotética victoria de Feijóo que dan las encuestas ante la amenaza de debacle en Euskadi, con un candidato de Génova
El PP gallego retomará este fin de semana los actos electorales de cara a los comicios del 12 de julio. Aunque el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, se presenta a esta reelección como un «candidato libre», alejado de muchas de las tesis oficiales de su partido, el líder del Partido Popular, Pablo Casado, ha decidido desembarcar en la campaña autonómica.
Curiosamente, en una semana en la que, de nuevo, se evidenció la distancia entre el argumentario de los populares gallegos y el de Génova (Feijóo, en línea opuesta a las declaraciones de su formación, manifestó que reconocía, con aciertos y errores, «el esfuerzo» del Gobierno de Sánchez en la gestión de la pandemia), la formación indicó que Casado estará presente en, al menos, seis actos de la campaña electoral, el primero, sin ir más lejos, este domingo en Santiago, en la presentación de los cabezas de cartel provinciales. Distintas fuentes no oficiales del partido tanto de Galicia como de Madrid coinciden en que el presidente estatal, en un momento en el que su liderazgo es cuestionado por una parte de la formación al no haber conseguido rentabilizar el desgaste que la crisis del Covid podía suponerle al Ejecutivo central, necesita al barón gallego.
Rentabilizar a Feijóo, a pesar de todo
La práctica totalidad de las encuestas publicadas tras la irrupción del coronavirus indican que Feijóo está en disposición de poder volver a revalidar la mayoría absoluta del PP en el Parlamento gallego, con lo que igualaría la marca de Manuel Fraga, que encadenó cuatro legislaturas consecutivas hasta que fue descabalgado por el bipartito formado por el socialista Emilio Pérez Touriño y en nacionalista Anxo Quintana, en un Gobierno que solo se mantuvo cuatro años al frente del Gobierno gallego. «Así que, a pesar de los desaires que pueda hacerle y a pesar de que muchos cargos de Génova, como Cayetana Álvarez de Toledo y Teodoro García Egea, muestran su desaprobación ante el comportamiento público de Feijóo, su intención es estar muy presente en la campaña y rentabilizar la hipotética victoria en Madrid», indican las voces consultadas. Estas aseguran que, de hecho, Feijóo se muestra muy confiado con respecto a poder revalidar el asiento en San Caetano. «La situación que tiene ahora no es la de inicio de año, cuando las elecciones se iban a celebrar el 5 de abril. Entonces los números estaban mucho más ajustados. En este momento, las expectativas son muy buenas. La única preocupación que tienen se encuentra en la abstención del voto de las personas mayores, que en Galicia es tradicionalmente para el PP», apuntan. «Pero, en todo caso, el partido está ya movilizando a sus alcaldes y dirigentes locales para animar al voto», dicen.
Pero, además de los buenos números de Feijóo, existe otra clave en el desembarco de Casado. La bonanza del PP en Galicia contrasta con la situación que vive en Euskadi, que también acudirá a las urnas el 12 de julio. Al contrario que en la comunidad gallega, allí las encuestas pronostican una caída del PP, que se presenta junto con Ciudadanos en una coalición liderada por Carlos Iturgaiz, aznarista y apuesta personal de Casado para esta contienda después de dejar fuera de juego el pasado febrero al líder del partido en el País Vasco, Alfonso Alonso. El dirigente se mostró contrario a las condiciones del acuerdo entre PP y C´s impulsado por Génova bajo la marca España Suma, un hecho, por cierto, que le valió el apoyo público de Feijóo, que rechazó de plano que el partido naranja pudiese concurrir en coalición con el PP gallego.
Las encuestas de Galicia y País Vasco
«A Casado no le queda otra que pegarse a Feijóo. No tiene sentido que mantenga la distancia para que parezca que es Feijóo el que gana en Galicia y Génova la que pierde en el País Vasco«, opinan desde el entorno del partido.
Todas las encuestas públicas desde la crisis del Covid-19 han dado al PP de Feijóo –cuya hiperexposición mediática en la pandemia unida al menor impacto de la misma en la comunidad le han aportado un considerable impulso– una horquilla de entre 38 y 41 diputados, con lo que, de hacerse realidad la previsión, podría revalidar la mayoría absoluta que necesita. En el caso de la coalición vasca, no obstante, las previsiones apuntan a una bajada. El sondeo del grupo EiTB apostaba a finales de mayo por una caída de 9 a 5 escaños.
El barómetro del CIS de junio no difiere mucho. A la pregunta de «a qué partido o coalución piensa usted votar», solo un 2,4% de los encuestados apuesta por la coalición liderada por Iturgaiz. En el caso de Galicia, el 34,7% apunta al PP.
PSOE y Podemos también acuden
Con estos mimbres, todo hace presuponer que Casado tendrá una presencia mayor de la cabía esperar en un principio en la campaña electoral gallega. Previsiblemente también se producirá un notable desembarco de cargos del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos, con la gallega Yolanda Díaz a la cabeza. La crisis del Covid-19 ha frenado el conocimiento de sus candidatos, Gonzalo Caballero y Antón Gómez Reino, muestra de ello es que Tezanos coloca al BNG de Ana Pontón como segunda fuerza gallega en intención de voto por encima de los socialistas (hay que tener en cuenta que el barómetro de junio no tiene cocina, por lo que no refleja datos de estimación de voto).
Todo esto ha ocurrido en una semana en la que Feijóo ha sido especialmente cuestionado a nivel estatal por su petición de limitar la movilidad dentro del país de los habitantes de zonas especialmente castigadas por el virus, como Madrid y Barcelona. Curiosamente, una de las mayores críticas que recibió su propuesta vino de la figura de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid y, al contrario que el líder gallego, una dirigente cercana a Casado. «De repente, esos mensajes del terruño a mí me ofenden profundamente porque los madrileños no se han movido todavía de la Comunidad y ya estamos viendo cómo hay brotes en otras partes», dijo, eso sí, sin referirse al mandatario autonómico.