Cargos del PP temen que la sucesión de Feijóo dinamite el partido antes de las municipales

Feijóo deja el partido en manos de Miguel Tellado y prevé abandonar la Xunta en mayo; cargos del PP piden evitar una batalla por la sucesión antes de las municipales, asumiendo que habrá más de un candidato

Alberto Núñez Feijóo anuncia ante la junta directiva del PPdeG que optará a presidir el PP / EP

Alberto Núñez Feijóo anuncia ante la junta directiva del PPdeG que optará a presidir el PP / EP

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Alberto Núñez Feijóo ha tomado dos decisiones que apenas cambian el escenario que abrió cuando confirmó su salto a Madrid, pero que dan pasos hacia ese momento. El martes anunció que pondría en marcha su relevo a partir de abril, que era lo previsto desde hace unas semanas pues es justo después del congreso de Sevilla donde se convertirá en el nuevo presidente del PP tras el derrocamiento de Pablo Casado. El miércoles firmó su dimisión como presidente de los populares gallegos, cargo incompatible con su nuevo puesto en Génova.

Ambos movimientos son imprescindibles para avanzar hacia la sucesión “ordenada” que propugna Feijóo, pero se viven de manera diferente en el partido. El presidente avanza pero el partido se «precipita» hacia la sucesión sin un plan que, si está hilvanado ya por Feijóo y su círculo más próximo, desconoce el resto del PPdeG. Los conselleiros no saben si continuarán en sus asientos, los cargos de confianza tampoco, y las juntas locales temen el efecto que todo el proceso cause en las próximas municipales.

Por el momento, la renuncia del dirigente gallego a la presidencia del PPdeG dejará el partido en manos del secretario general, Miguel Tellado, desde el próximo viernes, cuando se hará efectiva. Tellado estará de manera provisional, a falta de concretar la fórmula para llevar al partido a un congreso donde se elija a la nueva dirección y el próximo candidato a la presidencia de la Xunta, aunque la opción que más fuerza tenía este miércoles es que la interinidad del secretario general se prolongue hasta la convocatoria del cónclave. Las otras posibilidades son que el comité ejecutivo designe un nuevo presidente, la menos probable, o que se nombre una gestora.

Esas cuestiones se dilucidarán a partir de abril, al igual que el todavía más importante relevo en la Xunta. Feijóo trabaja con la previsión de renunciar a su puesto en el Gobierno gallego en mayo, aunque continúa sin desvelar si será finalmente Alfonso Rueda su sucesor en San Caetano.

El revoltoso Manuel Baltar

El presidente del PP ourensano, Manuel Baltar, apuntó durante dos días consecutivos a Rueda como el candidato con más papeletas para ocupar la presidencia de la Xunta durante lo que queda de legislatura. «Yo simplemente dije que, tal y como comunicó el presidente de la Xunta y presidente del partido en Galicia, hasta el día 2 de abril, que será elegido unánimemente presidente del partido a nivel nacional, se haría lo previsible. Y lo previsible, en una orden de prelación, que es lo que dije, es que le correspondería al vicepresidente primero», se justificó este miércoles el barón provincial.

Sus palabras rompieron una suerte de pacto de silencio que impuso Feijóo desde que estalló la crisis en el PP por el enfrentamiento entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso bajo una premisa sencilla, el presidente hablaba y los demás lo seguían. Esta tónica, por ejemplo, es la que están manteniendo Alfonso Rueda o Francisco Conde, evitando especulaciones sobre el futuro y poniendo énfasis en lo estable y ordenado que es el partido.

Baltar no dice nada extraño. Sin embargo, que anticipe un congreso para elegir al próximo candidato popular a la Xunta, que por fuerza se tendrá que producir, lo posiciona como potencial candidato, ya que en el pasado ya hizo movimientos para postularse a la sucesión de Feijóo cuando meditaba iniciar la carrera por suceder a Mariano Rajoy.

¿Más de un candidato para suceder a Feijóo?

Otros cargos del partido, en cambio, temen que la batalla interna se desate antes de tiempo y acaba perjudicando al PP de cara a las próximas municipales. No se trata de unos comicios cualquiera, pues pueden marcar el futuro de Feijóo en Génova y del que vaya a ser su sucesor en la Xunta. Unos buenos resultados los auparían y un tropezón llenaría de piedras el camino hacia las elecciones autonómicas y generales.

Este miércoles, cargos de las distintas provincias argumentaban que no era el momento de celebrar un cónclave si eso implicaba que varios candidatos se enfrentaran, pues podría desestabilizar aún más el partido en la antesala de las municipales justo después de la crisis de Pablo Casado y la marcha de Feijóo.

Esta opinión no es unitaria en las filas populares, donde hay quien confía en la sucesión tranquila que prometió el todavía presidente de la Xunta con un congreso a finales de legislatura; y quien, por el contrario, pide que la transición se resuelva a ser posible antes de las municipales, para llegar a la cita electoral con una nueva dirección.

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