Cándido Conde-Pumpido será el tercer gallego en presidir el Tribunal Constitucional
El magistrado de A Coruña y ex fiscal general presidirá el Constitucional tras recabar seis votos de los 11 en disputa
El magistrado coruñés Cándido Conde-Pumpido será el nuevo presidente del Tribunal Constitucional, al imponerse en la votación a María Luisa Balaguer. El ex fiscal general del Estado obtuvo seis de los once votos en disputa. Se convertirá en el tercer presidente gallego en el órgano de garantías. Anteriormente ocuparon el puesto Álvaro Rodríguez Bereijo, entre 1995 y 1998; y María Emilia Casas, que nació en León pero creció en Monforte, entre 2004 y 2011.
Licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas por la Universidade de Santiago de Compostela, Conde-Pumpido fue fiscal general del Estado hasta 2011, regresando a su puesto en la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo tras finalizar su periodo en la Fiscalía. En 2017 fue elegido por el Senado como magistrado del Tribunal Constitucional. Llegó a la elección con la vitola de ser el candidato favorito del Gobierno para ponerse al frente del órgano de garantías.
La elección del veterano magistrado, de una histórica familia de reconocidos juristas, llega en un periodo de fuerte tensión política por el bloqueo del Consejo General del Poder Judicial y tras fracasar los intentos por confeccionar una candidatura unitaria. María Luisa Balaguer rehusó hasta el final de dar un paso al lado como le pedían algunas voces dentro del mismo bloque progresista que comparte con Conde-Pumpido
Fuentes del tribunal de garantías informaron a EFE de que el Pleno también ha designado a la magistrada progresista Inmaculada Montalbán como vicepresidenta del órgano, lo que rompe la costumbre de que sea un magistrado del grupo minoritario, en este caso conservador, quien ocupe este lugar.
Del procés a la polémica
Conde-Pumpido afronta dos años y medio de mandato en un tribunal al que llegó en 2017, en el punto álgido del procés. Fue el encargado de la tramitación de los recursos presentados contra la causa judicial del proceso independentista de Cataluña de 2017, un asunto en el que se esforzó por mantener la unanimidad de todos los magistrados, pero del que finalmente decidió en abril de 2021 apartarse voluntariamente ante las recusaciones presentadas contra él por los condenados y huidos.
Poco después Pumpido fue el único magistrado que defendió la decisión de incluir al exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias en la comisión del CNI en lugar de anularla, como hizo el TC. Tras ello, se produjo un episodio que amenazó con hacer saltar por los aires el tribunal, cuando arremetió duramente contra ellos en un borrador de su voto particular contra la sentencia que declaró inconstitucional el primer estado de alarma. «Es extravagante, propia de un lego y un jurista de salón», dijo.
Ante el revuelo interno se vio obligado a salir públicamente a disculparse con sus compañeros. El apoyo sin fisuras de los magistrados conservadores a María Luis Balaguer puede interpretarse como una muestra del enfado que generaron aquellas críticas.