El BNG pide la cabeza de Ethel Vázquez por la huelga del transporte
La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, exige a Feijóo que dé la cara y deje de enquistar el conflicto del transporte
El último desplante de la Xunta ya empieza a generar reacciones políticas. Este jueves, la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, ha exigido ala presidente autonómico que cese a la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez por su “incapacidad” para poner fin al conflicto del transporte de viajeros, que deriva de “siete años de decisiones erróneas” del Ejecutivo de Núñez Feijóo, que, como ha denunciado, “ha intentado meter los problemas debajo de la alfombra”.
En una rueda de prensa en sede parlamentaria, Pontón ha acusado al presidente de autonómico de “enquistar” el conflicto con el sector del transporte de viajeros a causa de su “chulería” y le ha reclamado que “dé la cara” y que cese a la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, si ésta no presenta su “dimisión”. “La problemática del transporte de viajeros no se va a solucionar con soberbia ni con prepotencia”, ha dicho Ana Pontón, que ha afeado a la Xunta la decisión de llevar este jueves al Consello el inicio de la contratación de las concesiones, un “golpe de mano” que va a “incrementar la conflictividad” y “llevar a que la huelga sea indefinida”.
Pontón recuerda a Feijóo que la soberbia y la prepotencia solo contribuyen a incrementar la conflictividad
Para el BNG, los trabajadores del transporte están sufriendo “un ERE encubierto” y serán los ayuntamientos rurales y los usuarios los que sufrirán las decisiones de la Xunta y su “falta de sensatez” para llevar este conflicto.
Intereses oscuros
Durante su comparecencia, la portavoz nacional del BNG se ha preguntado “qué intereses ocultos hay detrás” de este plan, que es, en síntesis, “un auténtico fracaso y una auténtica chapuza”. “No creo que sea un capricho de Feijóo”, ha apuntado.
Con todo, Pontón ha pedido “sensatez”, al tiempo que ha recordado que los informes jurídicos contemplan la posibilidad de una prórroga de un año para negociar un nuevo plan que, además, no se limite a dos años, sino que analice con “profundidad” y de forma “integral” las necesidades del transporte público en Galicia.