Beiras y Antón Sánchez visitarán a Junqueras en prisión
Los dirigentes de Anova irán a la cárcel de Lledoners el 10 de diciembre para ver a Oriol Junqueras y Raül Romeva
Xosé Manuel Beiras, histórico dirigente nacionalista y uno de los arquitectos de las llamadas candidaturas de unidad popular, y Antón Sánchez, portavoz nacional de Anova y diputado de En Marea, visitarán Oriol Junqueras y Raül Romeva en prisión.
Los dirigentes de Anova acudirán a la cárcel de Lledoners el 10 de diciembre, donde los políticos catalanes permanecen en prisión preventiva. En la visita pretenden trasladar «la solidaridad» de la formación «al conjunto de presos políticos y exiliados catalanes injustamente perseguidos por impulsar el referéndum» independentista de Cataluña del 1 de octubre de 2017.
Deriva autoritaria del Estado
Anova incide en que el procedimiento aplicado con los políticos catalanes ha sido «cuestionado» por defentes entidades defensoras de los derechos humanos, en un tiempo en el que se ha visto como tribunales de Estados de la UE «se negaron a ejecutar euro órdenes y a aplicar medidas cautelares por los mismos actos que justifican en el Estado esapñol medidas de excepción como la prisión preventiva.
«Entendemos que el hecho de que sigan en prisión preventiva es una muestra más de la deriva autoritaria que atraviesa a los poderes del Estado español ante las demandas democráticas puestas encima de la mesa por buena parte de la sociedad catalana», sostiene Anova en un comunicado.
Democracia para resolver los conflictos políticos
Anova defiende que, en democracia, «todos los proyectos políticos pueden ser no solo defendidos», sino «llevados a la práctica» si se alcanzan «las mayorías suficientes» para hacerlo. Por ello, considera que el Estado español tendrá que «reconocer antes o después lo que hicieron ya Canadá o Reino Unido: entender que los conflictos políticos en el siglo XXI tienen que dirimirse abriendo las urnas, y no poniendo frenos a la democracia».
Y es que, a su juicio, imágenes como la de las cargas policiales en los colegios electorales en el 1-O forman parte «de la historia más negra del Régimen del 78 y son impropias de cualquier democracia».