Beiras, sobre Feijóo: “Ya quisiera yo tener enfrente a un Fraga”
Xosé Manuel Beira considera una “verguenza nacional” para los gallegos los años de Feijóo en la presidencia de la Xunta
Puestos a escoger entre Manuel Fraga, al que define como un “fascista”, y Alberto Núñez Feijóo, Xosé Manuel Beiras prefiere al primero, con quien mantuvo etapas de diálogo como líder del BNG contra la opinión de la UPG, el grupo mayoritario dentro de la formación nacionalista.
Tras dejar la portavocía nacional de Anova y el Parlamento, Beiras reconoció en una entrevista con Europa Press sentirse “vencido” por la últimas citas electorales, con Mariano Rajoy investido presidente en el Congreso y Feijóo reeditando victoria en Galicia. «Sufrí muchas derrotas a lo largo de mi vida, pero esta vez me sentí vencido», dijo el exdiputado, que llamó al relevo generacional en la pelea por una Galicia “ceibe y socialista”.
«Feijóo es un chupatintas, no tiene sentido compararlo con Fraga»
Recordó la relación con Fraga, fallecido en 2012, y la frase del expresidente de la Xunta, cuando pidió a los gallegos “que no pusieran Galicia en manos de un loco”. «¿Y qué pasó? ¿La gente creyó a Fraga?: Parte de la gente le creyó, por eso nunca llegué a ser presidente”, consideró Beiras.
Pero su relación con quien fundó Alianza Popular y fue ministro con Franco, como recordó Beiras en el discurso de investidura del propio Fraga «en contra» de lo que le pidió –dijo– la UPG en su momento (como portavoz nacional del BNG), pasó por etapas de «diálogo». «Ya quisiera yo tener enfrente a un Fraga», ha contrapuesto en relación al actual presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo.
Beiras cree que una parte de la población creyó a Fraga cuando le llamó «loco», razón por la que nunca llegó a presidente
«Es una vergüenza nacional para Galicia que en la historia de la autonomía se diga ‘aquí entró de presidente este personaje y duró tanto tiempo'», ha dicho de Feijóo. «Éste no es fascista ni es nada. Lo que es, le da igual; puede ser tal y cosa y al día siguiente la contraria, y negar lo que dijo«, ha incidido, tras calificarlo de «mamarracho miserable, muñeco de Barriga Verde, especie de escribidor de soplaplumas, y chupatintas». «Compararlo con Fraga no tiene ningún sentido, no tiene nada que ver», ha sentenciado.
«Mi generación ya no tendrá una nueva oportunidad»
Aunque considera que el objetivo que él se planteó en su momento a través de la unidad popular, esa «quiebra democrática» sigue vigente, ha advertido de que son otros los que tienen que «preservarlo» ahora. «Para mi generación la derrota es distinta, porque el horizonte vital que tenemos es completamente diferente. No tenemos la posibilidad de una nueva oportunidad (…). Esto no significa que sea una derrota para los contingentes», apuntó.
En el escenario actual, Beiras se considera más últil en un segundo plano, fuera de la primera línea política, si bien matiza que acatará lo que decida el partido, en referencia a En Marea.
Anova se fracturó desde la alianza con Esquerda Unida
Respecto a la situación de Anova, el histórico líder nacionalista reconoce que el partido está “fracturado” entre quienes apuestan por En Marea (la dirección) y aquellos que cuestionan el proceso de acumulación de fuerzas y la ruptura de la «frontera» en las izquierdas nacionalistas y no nacionalistas. Esta tensión nació desde el mismo momento que se materializó la alianza con Esquerda Unida.
Beiras admite que Anova se fracturó desde la primera alianza con Esquerda Unida
Aunque se cuestionó su apuesta por la unidad popular en cada proceso electoral, finalmente llegó a la «conclusión» de que los resultados electorales de En Marea avalan que «la estrategia política de Anova no estaba equivocada». «Yo estaba en sintonía con lo que pensaba la gente, no era un error», ha proclamado.
Admitió, sin embargo, que «fallaron cuadros políticos» que se sumaron a la unidad popular, pero Anova «no podía controlar quiénes aparecían, por ejemplo, en la elaboración de las candidaturas para ser diputados de AGE» –a algunos los acusó de «traicionar» y de ser «desleales con los ciudadanos»– o de «En Marea» para las Cortes Generales o las autonómicas.