Baltar se posiciona para liderar el PP y rompe la sucesión tranquila de Feijóo
El barón ourensano, el único presidente provincial del PP en Galicia, es el único dirigente que habló públicamente de la carrera para suceder a Feijóo, que Rueda y Conde aseguran que no existe
El disimulado nerviosismo del PP gallego por la marcha de Alberto Núñez Feijóo a Madrid ha encontrado en Manuel Baltar un elemento añadido de agitación. El barón ourensano, único presidente provincial de los populares en Galicia, ha roto el discurso monocorde que esgrimen conselleiros y dirigentes del partido desde que estalló la crisis interna y el enfrentamiento entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso.
Superada aquella etapa, que concluirá definitivamente en el congreso que proclamará a Feijóo presidente del PP, Baltar es el único cargo de los populares gallegos que ha hablado en público de la sucesión en Galicia, de la normalidad que supondría tener a Alfonso Rueda al frente del Gobierno autonómico o de la necesidad de celebrar un congreso para elegir al próximo candidato de los populares a la Xunta.
“Lo que está claro es que presido una provincia que siempre exhibe los mejores resultados de Galicia, que en este momento el gobierno más importante después de la Xunta que gobernamos es la Diputación de Ourense», añadía Baltar en medio de estas reflexiones. Las palabras del líder del PP ourensano se interpretaron en el partido como un mensaje, una manera de posicionarse en la carrera por suceder a Feijóo, aunque el vicepresidente Francisco Conde asegure que tal carrera no existe. Baltar no ha negado su interés, pero tampoco lo ha confirmado. Solo señaló que ese debate tocará después del congreso de Sevilla.
Un precedente y una alianza
Sin embargo, no es de extrañar que destacados cargos del PP lo interpreten así. El presidente ourensano ya maniobró en el pasado para postularse como relevo de Feijóo cuando este planeaba dar el salto a Madrid en 2018, tras la moción de censura que puso fin a la etapa de Mariano Rajoy. Entonces había conseguido apoyos importantes en Lugo, además de los de Ourense.
En la provincia lucense manda Elena Candia, dirigente a la que sus compañeros de filas atribuyen, además de otras virtudes, una gran inteligencia política. Tiene en común con Baltar haberle ganado unas elecciones a Feijóo, aunque de fuera de manera indirecta. En 2016 se hizo con la presidencia del PP lucense venciendo a Raquel Arias, la candidata impulsada por el presidente de la Xunta, igual que el barón ourensano gano en su momento a Jiménez Morán. Candia no armó por ello un frente crítico contra el líder de su partido. Fue fiel, aunque no afín, a Feijóo.
Las elecciones que llegan
El perfil propio que marca Baltar choca con los llamamientos a la calma de la Xunta, la sucesión tranquila, y con el planeamiento de algunos territorios, que temen que un congreso con varios candidatos acabe abriendo heridas que luego penalicen en las próximas elecciones municipales. Precisamente, los resultados de esos comicios también serán clave para conocer las posibilidades de Baltar, si es que el congreso para materializar el relevo de Feijóo se celebra más tarde.
El barón ourensano tiene la perspectiva de que, aún si llegara a perder la diputación, su provincia continuaría obteniendo el mejor resultado del PP en Galicia. O es Ourense o no es ninguna.