Así fueron las 24 horas antes del estado de alarma y así acabaron
El equipo de Ayuso considera que "la imposición" del estado de alarma en Madrid perjudica enormemente las perspectivas electorales del PSOE
Ni la noche de desvelo de jueves a viernes, ni los contactos de última hora lograron evitar la declaración del estado de alarma en la Comunidad de Madrid. De poco o de nada sirvieron los ultimátums del gobierno de Pedro Sánchez al de Isabel Díaz Ayuso, cuyo equipo descartó en todo momento la posibilidad de pedir a Moncloa la declaración de la alarma, entre otras cosas, porque los populares de Madrid están convencidos de que semejante «imposición» va a provocar el hundimiento del PSOE-M en intención de voto.
La posibilidad de avanzar elecciones en la Comunidad de Madrid, descartada el paso mes de julio, vuelve ahora a estar sobre la mesa porque el gobierno de Díaz Ayuso considera que la mayoría de los madrileños no está conforme con el puñetazo de Moncloa para controlar la pandemia.
“Lo tenemos claro, hay que explicar que lo suyo ha sido una imposición a Madrid”, subrayan a Economía Digital desde la Real Casa de Correos, sede del Gobierno autonómico. Desde ahí también se oyen los primeros mensajes: «Convoquemos elecciones»
«Hemos pasado la noche trabajando»
Desde el revés del TSJM a las restricciones de movilidad que había ordenado el Ministerio de Saniad, los técnicos, consejeros y todo el equipo de la presidenta madrileña habían trabajado a toda máquina para presentar una alternativa a lo que denominan “error del Gobierno”.
“Sabían que la Justicia tumbaría la orden ministerial porque para restringir la movilidad de los ciudadanos sólo cabe una Ley Orgánica”, aseguran desde la consejería de Justicia madrileña.
Pero lo que no esperaban es que el TSJM sorprendiera con su decisión a todos los gobiernos a las puertas del puente del Pilar. “Hemos pasado la noche trabajando”, explican fuentes del Ejecutivo autonómico.
Ayuso pidió tiempo a Sánchez para redactar un plan que buscaba restringir, a través de ley orgánica, la movilidad en 51 zonas básicas de salud y bajaba los criterios de 1.000 contagios de incidencia acumulada en 14 días por 100.000 habitantes a 750. Pero ese tiempo fue apenas un suspiro.
La llamada que acabó con todo: Calvo telefonea a Aguado
“No han querido escuchar”, señalan con rotundidad. “Sánchez ya lo tenía pensado y no ha dado opción de dialogar”, critican desde la Comunidad.
El malestar comenzó cuando Moncloa filtró las tres opciones que dio a Ayuso: dictar una Orden al amparo de lo establecido en la ley de Salud Pública; que la Comunidad pidiera al Gobierno el estado de alarma; o que lo declarara el Gobierno.
“Se han servido de esa estrategia para intentar presionar aún más, pero nosotros, con las cifras de los expertos en la mano, no consideramos que tengamos que solicitar el estado de alarma”, insisten.
Pero el golpe de gracia se produjo a las 12.00 horas del mediodía de ayer, viernes, con una llamada que provocó que el equipo de Ayuso se subiera por las paredes: la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, telefoneó al vicepresidente madrileño, Ignacio Aguado (Ciudadanos), para comunicarle que no tenía noticias de la presidenta de la Comunidad respecto al ultimátum planteado por el Gobierno y para amenazar por última vez con el estado de alarma.
Desde el cuartel general de Ayuso y a toro pasado, el detalle se interpreta como “un elemento más de presión” para desconcertar a la presidenta, harta de los guiños del PSOE a Cs y de la continua aliementación de una posibile moción de censura para forzar su desalojo del gobierno autonómico.
La táctica de Moncloa dio resultado en cierta manera porque al poco rato, las redes sociales ya se hacían eco de los mensajes de Aguado desmarcándose de su socia para alcanzar el consenso con el Gobierno.
El PSOE había logrado abrir una vía de agua en el gobierno de la Comunidad entre dos socios en continua tensión. “El que ríe el último, ríe mejor”, se limitan a decir en el PP sobre las posibles venganzas respecto al PSOE y también respecto a Ciudadanos.
El horizonte electoral
Con la decisión del Gobierno de declarar el estado de alarma ya en marcha, la presidenta madrileña tomó la palabra. “Pediremos cada día que se levante el Estado de alarma porque los datos nos avalan”, dijo Ayuso en rueda de prensa posterior.
Los de Ayuso están convencidos de esta excepcionalidad declarada, la mayoría de ciudadanos se van a poner del lago del gobierno autonómico.
“Existe hartazgo y preocupación entre los madrileños, que no querían otro estado de alarma”, señalan fuentes del PP. “La imposición de Sánchez abre la puerta a una caída brutal del PSOE en la Comunidad de Madrid”, responde un veterano del partido de Pablo Casado. Los populares estudiarán ahor sus próximos pasos con una solución particularmente presente: unas elecciones con Ayuso en el punto más alto.
En Génova piden algo de tiempo para estudiar el adelanto electoral en las encuestas. Quien sí lo tiene claro es Vox. Según ha podido saber este medio, el partido de Santiago Abascal ya intenta convencer a Ayuso para que por todos los medios mire el horizonte electoral y convoque elecciones “antes de que Aguado le traicione con una moción”, sostienen.
Por el momento, “frenar los contagios es lo primordial y lo único en lo que se está luchando desde la Comunidad”, señala el entorno de Ayuso. Sin embargo, la perspectiva de estudiar el horizonte electoral ha vuelto al primer plano.