Arranca la selección de voluntarios para la primera vacuna española contra el Covid
A la espera de más avances en la vacuna de CSIC y Zedal, hospitales catalanes inician la fase de criba de voluntarios que participarán en el ensayo clínico de Hipra
Los hospitales Trueta de Girona y Clínic de Barcelona inician este lunes la fase de criba de voluntarios que participarán en el ensayo con humanos de la vacuna de los laboratorios Hipra, autorizado hace una semana por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios. Todo esto mientras el organismo dependiente del Ministerio de Sanidad mantiene conversaciones con CSIC y la gallega Zendal para sacar adelante también su ensayo clínico de vacuna contra el coronavirus.
En el caso del primer ensayo clínico de Hipra, el responsable del proceso en el primero de estos centros es el doctor Rafael Ramos, que ha explicado a Efe que se trata ahora de comprobar que estas personas cumplen con los criterios exigidos, como que se encuentren en la franja de edad de entre 18 y 39 años, no hayan sido vacunados anteriormente ni hayan pasado el Covid-19.
Ramos desvela que, para esta fase, en la que se determinará la dosis más adecuada y su efectividad, se precisa de una treintena de voluntarios.
Centenares de solicitudes
Este responsable sanitario asegura que han recibido «centenares» de solicitudes, algo que le produce «una gran satisfacción, porque ves que mucha gente está dispuesta a colaborar con la ciencia».
En su opinión, ha influido también que la vacuna sea «de aquí», ya que los laboratorios Hipra tienen su sede en la localidad gerundense de Amer.
El anuncio para buscar a los voluntarios del ensayo se realizó a través de redes sociales de entidades del ámbito médico, como el Instituto Catalán de la Salud (ICS) o el de Investigación Biomédica de Girona (IDIBGI), «aunque es cierto que hubo una importante repercusión mediática».
Escoger a 30 candidados
Ahora se escogerá a quince voluntarios para el Trueta y a otros tantos para el Clínic, para lo que, desde este lunes, se inicia la fase que contempla visitas en las que se realizarán preguntas a los candidatos, además de alguna exploración y analíticas.
Rafael Ramos puntualiza que el motivo de estas comprobaciones es evitar sorpresas «porque alguno puede pensar que no ha pasado el Covid, pero puede haberlo hecho de manera asintomática».
Entre pinchazo y pinchazo de la nueva vacuna deberán pasar veintiún días y «a medio plazo» los escogidos, en último término por azar, se prestarán a un seguimiento de su estado de salud, al que tienen que estar dispuestos.
Remuneración económica
Para compensar gastos de desplazamiento y empleo de tiempo, percibirán una remuneración económica que, según Ramos, es «común en todos estos ensayos clínicos y está muy regularizada».
El origen del voluntario no es un criterio que influya en la elección, aunque sí existe un aspecto logístico de proximidad para facilitar las visitas que se realizarán tanto en el Trueta como en el Clínic.
Una vacuna de logística sencilla
De la vacuna de Hipra, denominada PHH-1V, Rafael Ramos destaca que se basa en una plataforma conocida, «porque es como la de la gripe, así que hay confianza en su seguridad».
También resulta importante «su capacidad de adaptarse a las variantes» y de conservarse a un temperatura de entre dos y ocho grados, «lo que hace la logística más sencilla».
«Estamos muy contentos e ilusionados por contribuir a sacar adelante una vacuna hecha aquí», concluye Ramos, una sensación que también invade a los profesionales del Clínic.
Así lo ha manifestado su especialista del Servicio de Enfermedades Infecciosas, Lorna Leal, que espera comenzar con las vacunaciones en una semanas después del proceso de criba.
Fuentes de este centro han puntualizado que, una vez concluya esta fase, serán los profesionales que han liderado el trabajo de selección quienes explicarán cómo se ha desarrollado, así como el perfil definitivo de los participantes.
¿Vacuna de recordatorio?
La PHH-1V se plantea con una doble línea de trabajo, como es que sirva de recordatorio para población europea y que se utilice de manera convencional en otros países con una tasa baja de inmunización, como ha detallado el director de la división de Salud Humana de Hipra, Toni Maneu.
Leal ha apuntado también a la posibilidad de que se administre a colectivos que aún no han recibido ninguna inyección, como los niños más pequeños.
Después del ensayo que comienza ahora, se dará paso en octubre a otro estudio con mayor número de voluntarios implicados y que se extenderá a otros hospitales españoles y, posiblemente, también de Portugal e Italia.
El objetivo final es pasar todos los filtros para que en el primero o segundo trimestre de 2022 comience la comercialización, para lo que Hipra ha aumentado su capacidad de producción de 400.000 a una horquilla de entre 600.000 y 900.000 dosis anuales.