Alvia: peritos de la aseguradora de Renfe creen que el accidente era “previsible al 100%”
Expertos contratados por la asegura QBE cargan contra Adif y el exdirector procesado al indicar que avaló "una información parcial"
El juicio por la tragedia de Angrois esconde la batalla entre QBE, la aseguradora de Renfe, y Allianz, la de Adif, habiendo en juego la responsabilidad de indemnizaciones por valor de unos 57 millones de euros. Con esas cartas sobre la mesa, este martes, los expertos Frans Heijnen y James Robert Catmur, que estudiaron el accidente del tren Alvia ocurrido para la aseguradora de Renfe aseguraron que el ex alto cargo de Adif procesado en la causa, Andrés Cortabitarte, avaló la seguridad con base en una «información parcial».
En su comparecencia en el juicio, estos peritos, que achacan «graves deficiencias» a la evaluación de riesgos de Adif sobre la línea entre Ourense y Santiago, donde murieron 80 personas en julio de 2013, han afirmado que era “previsible al 100% que se produjera un accidente” ya que «desde hace muchos años» es conocido el peligro de una curva como la de A Grandeira, que implicaba un cambio «muy brusco» de la velocidad.
“El riesgo del factor humano”
Para mitigarlo, entienden que Adif debía haber dispuesto «una barrera técnica», más allá de la formación del maquinista. «Al final el riesgo queda en el factor humano. ¿Por qué dejamos al factor que causa al riesgo…? ¿Por qué le dejamos a ese mismo actor la mitigación de su riesgo? Es imposible. Uno que hace su error, no puede recuperar a tiempo… El peligro que existe se materializa en accidente», reflexionó Frans Heijnen, a las preguntas del abogado de QBE.
Con la declaración de estos especialistas, de origen holandés e inglés pero que han contestado en castellano a los distintos interrogatorios, han dado comienzo las presentaciones de los peritajes que encargaron varias de las partes para tratar de demostrar sus tesis sobre las causas del descarrilamiento.
En el juicio están procesados el ex director de seguridad de Adif, Andrés Cortabitarte, por no evaluar y mitigar el riesgo en la curva, y el maquinista Francisco Garzón, que llegó a ella con un exceso de velocidad despistado por la llamada del interventor al teléfono corporativo.
Las causas de la tragedia
El letrado que representa a QBE ha tratado de demostrar con sus cuestiones la independencia de Heijnen y Catmur, a los que ha interrogado, ya al final de su turno, sobre cuál piensan que fue «la causa directa» del siniestro ferroviario.
«¿El despiste del maquinista, la llamada de 100 segundos, o la omisión del peligro y la omisión de adoptar medidas de mitigación del riesgo o/y la desconexión del ‘ERTMS’ sin ningún análisis de riesgo?», les ha preguntado.
«En cualquier accidente siempre se encuentra una serie de causas que una por una hubieran eliminado el accidente», ha respondido Heijnen.
En su opinión, está «claro» que el maquinista es «el eslabón final», pero ha lamentado que «está ahí, en una situación que no tendría que haber estado», debido a otras decisiones. «Cualquiera de las acciones que ha enumerado hubiera evitado el accidente», ha advertido, antes de agregar que «cuando antes se empieza, menor posibilidad de la cadena de eventos que causa este desgraciado accidente».
En este sentido, ha apuntado a la existencia de un «safety case incompleto» y a unos «deberes de identificar riesgos» también «incompletos», lo cual «deja abierto» opciones de que se produjese la tragedia.
Para Catmur, en esta línea, la causa «es la falta de identificación del peligro desde el principio y después el seguimiento de la gestión» de la línea.
En este momento, su compañero ha precisado que este hecho es «causa directa también», pese a no situarse esta responsabilidad en «el último eslabón en la cadena», como es el caso del maquinista.
Ambos han criticado que Adif analizó «riesgos generales» en la línea, pero no «específicos». Por su parte, han recomendado examinar los proyectos combinando mapas y tiras de línea. De esa manera, avisan, «sí» se habría detectado «un peligro específico» en Angrois, ya que existía «un cambio brusco» de velocidad.