Alierta llama a la élite empresarial ante la gran incertidumbre política
Los empresarios recelan de Puigdemont y ven lejano que se alcance, en el Parlamento español, el gran pacto PP-PSOE que tanto anhelan
Se trata de una reunión ordinaria más del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC), la que ha convocado su presidente y de Telefónica, César Alierta, para mañana miércoles, pero resulta curioso comprobar cómo responsables de las principales empresas españolas se reunirán el mismo día en que echa a andar la XI Legislatura, con la constitución del Congreso y el Senado, y un día después de que Carles Puigdemont haya asumido el cargo de president de la Generalitat de Cataluña.
Aunque, como comentan desde el Consejo, «se trata de una mera coincidencia y, en principio, no existe previsión de que se vaya a producir una declaración al término de la reunión», a buen seguro que estarán sobre el tapete tanto la incertidumbre política que se cierne tanto en Cataluña, con la deriva independentista que parece haber recuperado brío con la designación de Puigdemont, como el complicado mapa político salido de las pasadas elecciones generales del 20D.
Diálogo y seguridad jurídica
Una clase empresarial que, en línea con lo que algunos responsables ya han avanzado en las últimas horas, aboga por que Puigdemont tienda puentes de diálogo con el Gobierno central, asegure la estabilidad institucional y garantice la seguridad jurídica.
Y que, en el marco nacional, estarían encantados de que PP y PSOE, con el apoyo de Ciudadanos, se pusieran de acuerdo en esa gran coalición que dejara a Podemos fuera del poder. Algo que, de momento, parece que está lejos de llegar a producirse.
‘España 2018’
Alierta y el resto de grandes empresarios ven en todas estas incertidumbres políticas un lastre para conseguir los logros recogidos en ‘España 2018’, el más extenso y profundo de los informes elaborados hasta ahora por el Consejo Empresarial para la Competitividad en sus cuatro años de existencia.
Un documento que propone una serie de medidas concretas y viables para crear 2,3 millones de empleos en un horizonte de cuatro años y situar la tasa de paro en el 14,2%, 10 puntos menos de la actual y mucho más alineada con nuestros comparables europeos.
Una de las principales conclusiones del informe es que a la inercia de crecimiento cíclico de la economía hay que unir una profundización en las reformas, tanto del marco institucional como del sistema educativo y adecuación del tamaño de las empresas, para conseguir el reto principal de la economía española, que es convertirse en un motor de creación de puestos de trabajo.