Advertencia de Feijóo: se endurecerán las restricciones si hay “ocio descontrolado”
Tras los contagios derivados del brote de Mallorca, presidente de la Xunta pide a los jóvenes que no hagan botellones y a las policías locales que los impidan
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, analiza los resultados de las elecciones autonómicas de Madrid. Europa Press
Advertencia en toda regla del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. El mandatario ha avisado este miércoles que, si lo requieren los datos (por ejemplo, en las zonas más afectadas por casos asociados al megabrote) se endurecerán las restricciones, al tiempo que ha alertado de las consecuencias del “ocio descontrolado” y ha lanzado un ruego: “No hagamos botellones, son ilegales y un foco de contagio casi seguro”.
«Pido a los jóvenes que no lo hagan y a las policías locales que los impidan porque son actos ilegales desde el punto de vista de salud pública e irresponsables desde el punto de vista de los contagios masivos», dijo ante los medios en un acto en Vigo.
Tasas de positividad disparadas en Pontevedra
En su intervención, Feijóo ha subrayado que el protocolo de la pandemia no está «derogado» por ser verano y ha constatado los efectos del megabrote de los viajes de fin de curso a Mallorca, con más de un centenar de positivos en Galicia.
En concreto, ha ratificado que las tasas de positividad en Pontevedra y Vigo en la pasada jornada «fueron altísimas, con casi dos dígitos, cuando en Galicia se estaba en el entorno del 2%».
“Pedimos un poco de paciencia. Este verano será el último con restricciones si nos cuidamos y si llegamos al otoño sin ningún disgusto y sin ningún brote explosivo como los que se pueden dar en un cóctel peligrosísimo, que es el ocio descontrolado, los botellones colectivos y la falta de vacunas”, dijo Feijóo, quien pidió disculpas a los más jóvenes por no disponer de vacunas para ellos.
El presidente, que ha calificado de “muy mala noticia” lo ocurrido en Mallorca, ha añadido que situaciones así “destrozan los veranos de esa gente que quiere disfrutar y de sus familias” y, además, suponen un sobreesfuerzo asistencial que “los servicios de salud no se merecen”.
