Y ganó la libertad
El día 4 de mayo significa el principio del fin de los que almuerzan lubina salvaje con champán subidos en el Falcon y los que predican igualdad social desde sus mansiones tipo Miami Beach
Unas elecciones históricas, con récord de participación que las engrandecen aún más y en el contexto de una pandemia sanitaria como nunca habíamos conocido. En ese escenario, Madrid ha finiquitado en las urnas el proyecto socialcomunista de Pedro y Pablo. Con una ejemplar lección democrática, los madrileños han puesto en su sitio a personajes como el socialista del CIS, José Félix Tezanos, que llegó a calificar a los votantes de Isabel Díaz Ayuso, como » tabernarios» , y decir de la propia presidenta ,que tiene «escasa entidad intelectual y política». Estos son -y este es su talante- los que han perdido estrepitosamente las elecciones en Madrid y arrastran a Pedro Sánchez a tener que adelantar las elecciones generales en España ante el inminente cambio de tendencia político.
Un oscuro panorama el que se le presenta al presidente del Gobierno, agravado por un difuso e irreal Plan de Recuperación enviado a Bruselas, que esconde una brutal y despiadada subida de impuestos a todos los españoles que únicamente va a contribuir agravar la crisis económica inminente en la que vamos entrar cuando finalicen los ERTE, las moratorias, los aplazamientos y las ayudas a autónomos. Así de cristalino.
El PSOE madrileño es una olla a presión que puede estallar el cualquier momento. No le van perdonar a los gurús de Moncloa, comandados por Iván Redondo, el enorme error estratégico en el diseño de una campaña totalmente desacertada. Con un candidato sin empatía y con un discurso que ha dado inexplicables bandazos, han ahondando más el desastre electoral de un socialismo desnortado, derivado de su abrazo político a un comunismo salvaje.
Vox, que ha aguantado el tirón mejor de lo que se esperaba, aspira a condicionar el futuro Gobierno del PP, ya veremos de qué manera y con qué exigencias.
Unidas Podemos confirma el fin político de Pablo Iglesias y el de una formación para olvidar
Ciudadanos ha rubricado su acta de defunción política y seguramente su disolución a corto plazo. Poco más se puede decir de un proyecto político fracasado y ya totalmente hundido.
Unidas Podemos confirma el fin político de Pablo Iglesias y el de una formación para olvidar , la cual únicamente ha transmitido a los españoles confrontación, odio y rencor a raudales.
El día 4 de mayo significa el principio del fin de los que almuerzan lubina salvaje con champán subidos en el Falcon y los que predican igualdad social desde sus mansiones tipo Miami Beach rodeados de escoltas, asesores y lujosos coches oficiales, mientras las colas del hambre se multiplicaban en todas las ciudades de España y el número de empresas que quebraban era insoportable. Ni siquiera la flamante ministra de Trabajo, la de los 4 millones de parados y subiendo, les va salvar de la más que posible desaparición política como formación.
Hoy la líder, la estadista, la que brilla en el firmamento político de España es Isabel Díaz Ayuso. Sin ella el PP no habría logrado la hazaña política que ha conseguido en Madrid. Que no se equivoquen desde Génova, que no ha sido el tirón electoral de Casado, ni de Teodoro García Egea, ni de ninguno de los barones o de las expresidentas de la Comunidad de Madrid. Ha sido mérito de ella y de su jefe de gabinete y estratega. El mismo que la quiere llevar, tan pronto pueda, a la presidencia de España, como ya lo hizo con Aznar en su momento. Pero eso aún no toca hoy, pero tocará…