Una empresa llamada Galicia
Iniciamos con este artículo una serie que tratará de posicionar a Galicia dentro del marco español y de la Unión Europea
La actual archienemiga del Reino Unido, Meghan Markle, utilizaba recientemente en una polémica entrevista el término the firm para referirse a la familia real británica. La empresa, en inglés, es el nombre con el que se conoce popularmente a Isabel II y sus familiares, un entramado de sucesores y no sucesores a la corona de los que la prensa rosa lleva años haciendo su particular análisis DAFO.
En este examen resulta difícil decir si la familia real británica es la representación de una pyme o una gran empresa, puesto que el núcleo duro es reducido, pero los parientes lejanos son incontables. Todo depende de hasta dónde se quieran tener en cuenta los lazos familiares, que también marcarán la consideración de los Windsor como una empresa familiar, en la que el poder pasa de padres a hijos, o una empresa institucional, por el papel que representa en la sociedad.
Un gallego, pese a que la vista no le alcanza para ver el final de su parcela, conoce al dueño de cada tramo de monte
La composición de la familia real británica no es tan distinta a la de una familia normal. Hay primos, tíos y demás familiares lejanos de los que apenas se conoce su existencia. Desde Buckingham Palace hasta la aldea más pequeña de Galicia, se da el mismo caso: muchos son familia pero no lo saben. También comparten otras características la familia modelo del Reino Unido y las familias tradicionales gallegas, el latifundismo en sus propiedades privadas. Los de Isabel II no saben hasta dónde llegan sus tierras y mucho menos la cantidad total de propiedades que conforman su herencia. Un gallego, pese a que la vista no le alcanza para ver el final de su parcela, conoce al dueño de cada tramo de monte.
La propiedad de las tierras es posiblemente una de las pocas cuestiones a las que un gallego no responde depende. Esta respuesta vaga y para nada mal intencionada, forma parte de su carácter, así como reaccionar con otra pregunta, lo que comúnmente se conoce como responder a la gallega. Un gallego tiene datos de las tierras que le pertenecen, lo demás son rumores. Rumores sobre los que no se quiere dar una opinión que le involucre, de ahí que se diga que nunca se sabe de un gallego si sube o si baja. Un gallego prefiere no meter la pata.
Pretendemos analizar con datos el posicionamiento de Galicia, conscientes de que esto supone la columna vertebral del desarrollo económico de un país
El gallego conoce mundo pero en muchas ocasiones se pierde más allá del monte del vecino. Sabemos quién es la cuñada de Kate Middleton pero nos entran dudas si nos preguntan quién está al frente de la economía en Galicia. Al igual que la prensa rosa, que vive de rumores y medias verdades, y alguna que otra entrevista de Oprah Winfrey que revela mucho contenido, nos resulta complicado hacer una valoración objetiva de cómo es y qué representa Galicia. Miguel Bosé, poseedor según la Universidad de su casa de la verdad en lo que al coronavirus se refiere, querría explicarnos a los gallegos qué es Galicia. A diferencia del cantante, beberemos de los datos que se encuentran a nuestra disposición para explicar la empresa llamada Galicia. ¿Es Galicia una gran compañía familiar o una pequeña pyme? ¿A qué se dedica la empresa Galicia? ¿Cuáles son sus Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades? Galicia en datos para confrontar las teorías conspiratorias sobre lo que tiene y no tiene nuestra región.
Iniciamos con este artículo una serie que tratará de posicionar a Galicia dentro del marco español y de la Unión Europea. Pretendemos analizar con los datos en la mano el posicionamiento actual de Galicia y en distintos ámbitos que tienen que ver con el mundo de la empresa, conscientes de que esto supone la columna vertebral del desarrollo de un país en materia económica.