Turismo en Galicia: ¿quién, cómo y dónde?
Cada peregrino supone el mismo impacto económico que 2,3 turistas que visiten Galicia
El 10,4% del PIB gallego procede del turismo. Esta cifra es menor si se compara con el aporte de esta misma actividad en el conjunto de España, el 14%. No obstante, el turismo es un valor en alza para la comunidad que supone ya más del 11% del empleo y aportó en el 2019 hasta 6.341 millones de euros.
¿Cómo influye el turismo en la economía?
El turismo adquiere una especial relevancia en el tejido económico de Galicia no solo por el impacto directo que tiene en ciertas ramas sino por el efecto que produce en otros sectores de manera indirecta.
Uno de los sectores donde se nota más el efecto del turismo es el hostelero. El sector dio el año empleo a 66.825 personas. El 4,5% de la economía de la región procede de este sector, una suma que alcanza los 4.768 millones de facturación, según datos del Anuario de la Hostelería de España 2019. La cifra no es pequeña pero sí menor a la que representa en España, con 1,7 millones de empleados y el 6,2% del PIB.
Sanxenxo recibe más turistas que toda la provincia de Ourense
¿Qué visitan los que vienen a Galicia?
Entre los lugares más visitados en Galicia destacan las principales ciudades aunque hay alguna que otra sorpresa. La capital ocupa el primer puesto con 337.000 turistas. Le siguen A Coruña y Vigo con 205.000 y 183.000, respectivamente; Ourense y Lugo registran datos similares (68.000 y 67.000 cada uno) y Pontevedra se queda en 51.192 turistas. Resulta llamativa Ferrol, siendo la ciudad gallega que menos visitantes atrae, contabilizando tan solo 22.943 visitantes. Pierde hasta un 1,7% de turistas cada año pero no es la peor parada, ya que Pontevedra sufre una involución del 4,9%.
Por otro lado, hay un municipio por encima de las ciudades de Lugo, Ourense, Pontevedra y Ferrol e incluso con datos superiores al conjunto de la provincia de Ourense: Sanxenxo. Esta localidad está de moda y recibió en 2019 hasta 276 mil turistas.
¿Quién visita Galicia?
Los turistas que llegan a Galicia son en su mayoría nacionales. Frente a los datos de España, que lo sitúan como el tercer país del mundo y el segundo de Europa con más turistas internacionales, Galicia bebe principalmente del visitante de otras autonomías. No obstante, hay un relevante comportamiento de la demanda extranjera de turismo, con especial atención al Camino de Santiago (más del 50% son de fuera de España).
¿Dónde se dirige el turismo? La importancia del Camino de Santiago
El Camino de Santiago es uno de los principales atractivos turísticos para Galicia que permite que lleguen visitantes a distintos rincones de la comunidad. En 2019, tras varios años consecutivos de récord, se alcanzó una nueva cifra inigualable de 350 mil peregrinos.
Según el Estudio del impacto socioeconómico del Camino de Santiago, del 2017, cada peregrino supone el mismo impacto económico que 2,3 turistas que visitan la Comunidad. En 2017 la cifra de gasto superó por primera vez, según la Federación de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago, los 300 millones de euros. De media, el desembolso por viajero es de 1.001 euros. El gasto se distribuye por todo el territorio, mientras que el turista tradicional concentra su gasto en zonas muy específicas.De las 167.000 plazas hoteleras que hay en Galicia, más de 66.900 están en el entorno de los caminos.
Un cierto conformismo hace que demos por buenos unos resultados que están lejos del potencial del Camino de Santiago
El Gobierno autonómico esperaba este Xacobeo 2021 un impacto de más de 600 millones de euros, crear 11.500 puestos de trabajo y más de medio millón de peregrinos. Pese a la pandemia, hay esperanza por llegar a esa cifras tras decidir el papa que el Año Santo se prolongará hasta mediados del año 2022. Supone un balón de oxígeno para Galicia.
Asi las cosas, y utilizando el sentido común, tenemos un tesoro que, en mi opinión, no se está explotando de manera optima. Líbreme dios de realizar juicios de valor sobre temas en los que no soy mas que un humilde usuario, pero el instinto de empresario, que sin duda padezco, me dice que un cierto grado de conformismo, por otro lado habitual en nuestra tierra, hace que demos por buenos unos resultados que evidentemente están lejos del potencial de nuestro Camino de Santiago.
Cuestiones como el fomento de otros tipos de turismo, mas allá del de toalla y playa, basados en la cultura, la gastronomía y el conocimiento de nuestras gentes, podrían ser un acicate para el crecimiento de una industria, que aunque ya tiene un enorme peso en nuestro PIB, sin duda podría verse incrementada de manera exponencial en los próximos años.