¿Quién gobernará este país?

Este resultado posiblemente derive a unas elecciones autonómicas en Galicia en los próximos meses porque consolida el liderazgo de Alfonso Rueda

El candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo (i), saluda a los simpatizantes en la sede de los populares en Madrid tras conocerse los resultados en las elecciones celebradas hoy domingo. EFE/Javier Lizón

El candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo (i), saluda a los simpatizantes en la sede de los populares en Madrid tras conocerse los resultados en las elecciones celebradas hoy domingo. EFE/Javier Lizón

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Tengo que ser sincero. El artículo de opinión, que ya tenía escrito, ha acabado en la papelera de mi móvil. Y es que el complejo y estrambótico resultado electoral de este domingo deja el gobierno de España en el aire y en manos de un reguero de formaciones políticas, tanto para el candidato Sánchez, como para el candidato Feijóo.

Para que Feijoo pueda ser presidente necesita el apoyo a su investidura, y no para formar parte de su posible gobierno, de Vox, UPN, PNV y Coalición Canaria. Matizo lo de formar parte de su gobierno porque el PNV jamás apoyaría con sus votos un ejecutivo del que formara parte Santiago Abascal. Aunque las relaciones de Feijoo con Urkullu siempre han sido excelentes, esta vez se va tener que emplear a fondo.

El calendario para la formación del nuevo gobierno de España es el siguiente: el 17 de agosto se constituirá el Congreso y el Senado. El 24 del mismo mes, los grupos parlamentarios. El primer intento de investidura, por tanto, será en los primeros días de septiembre. Todo ello con la Espada de Damocles de una repetición electoral en diciembre. Espero personalmente que eso no suceda.

No va ser una legislatura fácil para ninguno de los dos bloques. Al PP le hace falta Vox para gobernar y, seguramente está última formación política pretenda a cambio entrar en el Gobierno. Lo primero que se me viene al pensamiento es que ambos partidos políticos deben extraer sus propias conclusiones de lo sucedido en esta última legislatura con el binomio PSOE y Unidas Podemos. El gobierno bipartito ha sido un desastre, sin paliativos. Por lo que a Santiago Abascal le recomiendo mesura, sentido común y sentido de Estado en su negociación y acuerdos, que es justo lo que Pablo Iglesias no tuvo en ningún momento, llevando a Unidas Podemos a su práctica desaparición del escenario político.

Por último decir que en Galicia el resultado del Partido Popular ha sido espectacular, con un hundimiento total del PSOE -aun sin candidato definido a la Xunta de Galicia – y un BNG que ha tocado techo electoral. Ese nacionalismo rancio del que hacen bandera les penaliza una y otra vez. Y si, este resultado posiblemente derive a unas elecciones autonómicas en nuestra Galicia en los próximos meses porque consolida el liderazgo de Alfonso Rueda y porque es un verdadero balón de oxígeno a las expectativas populares de revalidar nuevamente la mayoría absoluta con él al frente.

A la pregunta de si acierta el PPdeG con Alfonso Rueda como candidato para revalidar una nueva mayoría para poder seguir gobernando, pues mi respuesta es cristalina: por supuesto que sí.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp