Por un nuevo “Green Deal”
Otro “New Deal” verde mundial tiene que ponerse en marcha, un proyecto en común que tiene que empezar por nosotros mismos, en nuestro comportamiento individual.
“La gente teme al silencio, como le teme a la oscuridad. En el fondo, es un temor a lo desconocido, porque nos hemos habituado a vivir entre ruidos… Tenemos que aprender a ‘escuchar’ el silencio, y lo que viene después del silencio: esa sucesión de pequeños e infinitos sonidos, que son el pálpito del maravilloso planeta en el que vivimos. Un lugar en el que no canten los pájaros al amanecer es un lugar sin futuro”.
Gordon Hempton, militante medioambiental norteamericano que se autodefine como “ecologista acústico”
Nadie puede ignorar el hecho, ni mirar para otro lado, ante el grave problema que representa el desafío del cambio climático. La contaminación, la degradación de la tierra, la crisis medioambiental global y la sequía permanente han originado un irreversible y trágico cambio climático mundial. Esto se concreta en la amenaza de desplazamiento de 140 millones de personas en el mundo. Y en el plazo de menos de una década, según la FAO, el número de pobres extremos podría aumentar en otros 100 millones por los mencionados efectos de la alteración del clima, especialmente entre la infancia y en poblaciones de regiones periféricas vulnerables.
Además de la quema de combustible fósil para producir energía, la deforestación es uno de los motores más importante del cambio climático. Según datos del Programa de la Naciones Unidas para el Medio Ambiente, los efectos combinados de la deforestación (la liberación de CO2 a la atmosfera de árboles talados y quemados supone también su pérdida como absorbentes de dióxido de carbono) son responsables de cerca del 12% del total de emisiones de gases de efecto invernadero.
hay que imponer una moralidad medioambiental para salvar lo único que nos queda para seguir como pueblo diferenciado
Qué decir en estos últimos 45 años en Galicia sobre nuestra masa forestal. Con una sola palabra lo definimos: ecocidio. Recuperar lo verde es algo sagrado para todos. La recuperación del rural es una obligación; hay que imponer una moralidad medioambiental para salvar lo único que nos queda para seguir como pueblo diferenciado por ser una reserva privilegiada de la biosfera, al alcance de muy pocos.
Como afirmaba la premio Nobel de Economía norteamericano ya fallecida, Elinor Ostrom, que literalmente reproducimos: “Lo que es de todos y de nadie al mismo tiempo”, y que es asumido por todo el movimiento ecologista. Hablamos del denominado procomún (adaptación del commons anglosajón), como son el aire, el agua, los ríos, los pastos, los montes, los bosques; como también lo son, según la Premio Nobel fenecida, las calles, las plazas, las playas, la lengua, el genoma, internet, wikipedia…
El “procomún verde” es algo así como la gestión de toda esa riqueza invisible en provecho de todos los seres humanos y el medio ambiente, que se contrapone con el crecimiento ilimitado de la producción mundial que pone en serio peligro el ecosistema y el futuro del planeta. Un nuevo “New Deal” verde mundial tiene que ponerse en marcha, un proyecto en común que tiene que empezar por nosotros mismos, en nuestro comportamiento individual, en la realidad cotidiana diaria. Más activismo y acción, menos parlanchines de opereta disfrazados de verde.
P.D. Agradecemos a la empresa Gadisa su ayuda para editar el cartel que adjuntamos. Una imagen vale más que mil palabras.