Ponche Caballero
En el mercado de los elixires de alta graduación actualmente gustan más los licores recios e intensos, nada de aromas pastosos, reposados y densos
Andamos, otra vez, a vueltas con el ADN de Cristóbal Colón para saber si, finalmente, le podemos adjudicar la condición de gallego. Como decía “o pai” Castelao, “nos somos galegos non porque nacéramos en Galiza, senón porque Galiza nace en nós”; de modo tan sencillo y sabio, como pueblo acogedor que somos, convertimos en gallego a cualquiera. Pero otros descubridores importantes, hoy un tanto olvidados, sí eran de origen gallego como, por ejemplo, José Cabaleiro do Lago, fundador del Grupo Caballero, empresa que desde 1830 elabora la, en su momento, muy celebrada bebida espirituosa de nombre Ponche Caballero en El Puerto de Santa María, Cádiz. Consiguió el perspicaz gallego, combinando cinco ingredientes macerados en alcohol, convertirlo en una peculiar queimada envasable. En cualquier momento, Iván Fernández Amil lo acabará convirtiendo en uno de sus siempre sorprendentes e impagables narraciones.
En la actualidad, el grupo posee 20 marcas de bebidas siendo el Ponche su destilado estrella. Llegó a tener hasta ocho variedades de presentación, a partir de su emblemática botella plateada; incluso tuvo en 2017 una versión en lata; pero nada, ni con esas. El gusto por ese sabor dulzón, afrutado, casi melancólico que le dan sus cinco componentes mezclados en una fórmula secreta que solo conocen en el grupo, fue declinando también desde 2017 (que curioso…). En el mercado de los elixires de alta graduación actualmente gustan más los licores recios e intensos, nada de aromas pastosos, reposados y densos. Hoy, en franca decadencia su consumo, sirve para hacer combinados y cócteles, oscureciéndose con ellos su paladar. Acompañado, mejor que solo.
Qué beben en el BNG
Vodka; beben vodka. Así lo atestigua una de las últimas maniobras de su portavoza nacional, Ana Pontón. Reelegida como tal el año 2017 (que curioso…), aspira con convicción y firmeza a ocupar la sede de la Xunta de Galicia, apoyada en una izquierda consumidora actual de un ligero, acaramelado y rubio licor de hierbas, alambicado y muy apreciado en comarcas como Ferrol.
«El vodka más celebrado en las filas del partido nacionalista es el importado de Georgia, patria del nunca olvidado pero olvidable Stalin»
El vodka más celebrado en las filas del partido nacionalista es el importado de Georgia, patria del nunca olvidado pero olvidable Stalin. Hábil maniobrador y paranoicamente desconfiado, en varias ocasiones el “hombre de hierro” llego a notificar su fallecimiento con la pretensión de conocer de primera deportación quién podría tener ansias de su desaparición y consiguiente sucesión. Antes de su agonía provocada por una ingesta desproporcionada de vodka, Stalin había conseguido afirmarse mediante quiebros que siempre acababan con sus colaboradores en el mismo sitio; en Siberia.
Y qué beben en el PP
En Galicia estamos sobrados de cualidades autóctonas, pero dos nos caracterizan rotundamente: premios y paparotadas. Inexplicablemente, los primeros siempre van a los mismos y las segundas habitualmente se riegan, siempre al final, con Queimada. Por más que lo intenten desde el centralismo gatuno, nunca se conseguirá que libemos Chinchón, como en Madrid. Por algo en el conxuro de la Queimada se dice, premonitoriamente, “pecadora lingua de mala muller, (…) barriga machorra de muller ceibe” cuando se pretende alejar a una caterva ingente de malas sombras. La ingesta de queimada es lo que tiene, te dota de poderes de predicción.