Juego, set y partido

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo en el Senado. EFE

El votante español es más que consciente de los logros obtenidos por la democracia y no solo actúa votando. La sociedad española está claramente más evolucionada que sus políticos

Control empresarial

Ejercer un control inadecuado en las empresas puede provocar que se establezca en ellas la cultura de la desconfianza, lo que conlleva irremediablemente a la desmotivación de los trabajadores

Más difícil todavía

El glaciar Alemania, en el parque nacional Alberto de Agostini, acelera su deshielo.

La comisión científica internacional constata que siete de los nueve límites de la Tierra ya han sido superados, algo que pone en peligro tanto la vida actual en el planeta como las futuras generaciones

¿Dos contra dos el 23-J? Sí!

Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal / EFE

La sociedad española está tan cansada de los que siembran odio y enfrentamiento, que la abstención será menor que en las últimas elecciones generales, aunque sea julio

¿A qué llaman socialcomunismo?

No sé a qué se referirá el conglomerado de la derecha cuando recurre a ese invento semántico del socialcomunismo. A estas alturas, si les digo la verdad, me suena parecido al contubernio judeomasónico de otros tiempos

Galicia y la apuesta del hidrógeno verde

Xunta y Asociación Gallega del Hidrógeno firman un acuerdo de colaboración

Obtener una posición ganadora ante los retos del futuro dependerá en gran medida del impulso político, la inversión empresarial y la capacidad para establecer colaboraciones entre los diferentes actores del ecosistema del hidrógeno en Galicia

Somos unos felicianos

El Informe Mundial de la Felicidad, elaborado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (SDSN), sitúa a España en la edición de 2023 en la posición número 32 del ranking, tres por debajo del estudio del año pasado

España se harta y pone fin al social-comunismo

Alfonso Rueda acompañó a Martínez-Almeida, Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo / EP

Con toda una semana de tormentas con truenos y relámpagos , que ya no era un buen presagio, las meigas ya nos avisaban a las claras de que el cielo se podía desplomar sobre nuestras cabezas