Tras finalizar la Guerra Fría en los años 90, el mundo cambió por completo. Para hacer frente al incierto futuro que esta época supuso, la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos creó el término VUCA: volatilidad, incertidumbre (uncertainty), complejidad y ambigüedad. Como muchos otros términos y expresiones, su significado y contexto ya no son los mismos que en sus orígenes. Del mismo modo, muchas innovaciones militares han supuesto numerosas revoluciones empresariales.

En la actualidad, los entornos VUCA son especialmente relevantes en cualquier negocio. El COVID-19 ha golpeado a todas las empresas y presentado un futuro económico preocupante; no sólo en materia de recuperación y vuelta a la normalidad, sino también de cambios de paradigma, de nuevas soluciones y tendencias que hemos adoptado para hacer frente a esta situación. Es importante tener en cuenta, sobre todo, cuáles de estas soluciones y tendencias son temporales y cuáles han venido para quedarse, y también qué más se puede desarrollar a partir de ellas.

Además, si nos faltaba algún ingrediente para el entorno VUCA, aparece una nueva guerra al lado de nuestras casas. La invasión de Ucrania por parte de Rusia, no hace más que acrecentar la incertidumbre sobre lo que va a pasar, con lo que se genera el caldo de cultivo para la desconfianza económica, afectando directamente a la línea de flotación de las empresas.

¿Qué significan los entornos VUCA?

Aunque cada una de las palabras que componen el término VUCA son bastante fáciles de comprender, hay mucho más trasfondo en ellas de lo que al principio parece. No podemos olvidarnos de que el día a día de una empresa es complejo, y, por tanto, también lo serán los imprevistos a los que deba enfrentarse.

A eso hace referencia “volatilidad”. Es posible que el cambio a nivel empresarial lo hayamos predicho hace tiempo y hayamos realizado todos los preparativos necesarios para afrontarlo llegado el momento. El cambio, vaya, es de todo menos imprevisible. La volatilidad en este caso se debe, más bien, a que no juzgamos bien la escala a la que se termina dando, a qué sectores y tipo de personal afecta al final. La tecnologización de una empresa, por ejemplo, es un cambio que afecta a todos, pero que muchos no ven hasta que sucede. Tener en cuenta todos los factores posibles es necesario para prepararse para el futuro.

El ser humano cuando pretende autodestruirse, generalmente lo consigue

La incapacidad para llevar a cabo esta preparación es lo que llamamos “incertidumbre”. Incapacidad, en este caso, hace referencia a la falta de recursos, de información, lo cual presenta una paradoja interesante. Hoy en día, nuestro acceso a la información es casi infinito, por lo que nuestra capacidad de preparación casi se da por sentada. No obstante, las circunstancias de un mundo globalizado y la presencia de multitud de herramientas conllevan ciertos desafíos a la hora de realizar nuestra investigación: con qué datos contamos ya, cuáles queremos obtener, informaciones desconocidas e impredecibles, etc. Los requisitos, en otras palabras, han aumentado respecto a estándares anteriores.

Esto enlaza con la “complejidad” de los entornos VUCA. El número de factores e impulsores de un cambio es considerable, y las relaciones entre ellos pueden resultar confusas hasta el punto en que es imposible determinar cuál es la causa principal de un fenómeno y cuál es la consecuencia directa. Esto, a su vez, desemboca en una “ambigüedad” a la hora de afrontar el futuro en tanto que no sabemos cómo se van a dar y desarrollar tales cambios.

Las empresas deben saber adaptarse

Entender lo que son los entornos VUCA no es suficiente, claro, pues las propias empresas deben poner de su parte para afrontar situaciones inciertas y salir triunfantes. La necesidad de adaptación es más relevante que nunca en los tiempos de pandemia, ya que las propias necesidades del mundo que nos rodea han cambiado de la noche a la mañana. En esta serie de artículos, analizaremos la importancia de cada entorno y, con relación a ellos, cómo algunas empresas tuvieron éxito y otras fracasaron y por qué.

Me temo que va a haber que escribir mucho sobre todo esto, ya que la situación no es nada halagüeña. El ser humano cuando pretende autodestruirse, generalmente lo consigue.