El centro-derecha liberal ya tiene líder… y el PP también
El liderazgo de Ayuso lo ha conseguido ella y no es trasladable a ningún otro miembro de su partido, por eso Génova intenta frenarla a la desesperada
El brutal encarecimiento de la energía, los carburantes, los impuestos, la cesta de la compra, los precios de prácticamente todo, nos adelanta un invierno difícil y duro. Un contexto económico y social extremadamente delicado para más del 53% de la población, cuyo ratio de ingresos le dificulta enormemente llegar a fin de mes. A los autónomos, microempresas y pequeñas pymes, qué os voy contar que no viváis y sufráis ya en vuestras propias carnes.
Por esto mismo, cuando gobernantes como Isabel Díaz Ayuso, aprueban medidas como una rebaja histórica del IRPF en su comunidad, Madrid, que beneficia a más de 3,3 millones de contribuyentes, solo puedo alegrarme por los madrileños, porque ellos si tienen a una persona al frente de su Ejecutivo que sabe perfectamente lo que tiene que hacer y cómo lo debe hacer para mejorar la calidad de vida de sus paisanos. Su política social y económica es bajar impuestos, reducir burocracia y dinamizar la economía. Ojala sirviese de ejemplo para el resto de comunidades autónomas y, por supuesto, al pésimo y nocivo Gobierno bipartito de este país .
Y ahora podría decir eso de: «me cuesta entender cómo dirigentes de su propio partido le intentan poner todos las trabas posibles en su incuestionable liderazgo y respaldo popular». Pero la verdad es que lo entiendo perfectamente. Por supuesto que lo entiendo. Qué me van contar a estas alturas de quienes tienen inquietudes políticas e ideales cristalinos y de quienes utilizan la política y sus cargos únicamente como forma de vida, desprestigiándola hasta lo insoportable.
La presidenta de la comunidad de Madrid es lista, comunica bien, no es estridente, es valiente y decidida, y no tiene complejos de ningún tipo. Es liberal, pero de las de verdad, de las que lo ejercita y pone en práctica su liberalismo económico y social en su gobernanza. Es libre. Quizá no de todas las ataduras, pero su imagen de libertad es real. Y conecta perfectamente con el resto de ciudadanos, con sus inquietudes y problemas. Y tiene como jefe de gabinete a la «bestia negra» de algunos muy altos dirigentes de su formación política. Tiene a uno de los mejores asesorándola en su camino hacia la Moncloa, para que vamos maquillar o disfrazar su destino.
Le queda todavía un viacrucis por delante, pero es fuerte y lo recorrerá. Es consciente que su resultado electoral en Madrid, su propia imagen y su discurso tienen la solidez y el empaque necesario para aglutinar el voto de todo el centro-derecha. Esa fue la clave de la mayoría absoluta de Aznar. Pero ese liderazgo lo ha conseguido ella y no es trasladable a ningún otro miembro de su partido. Eso es lo que también sabe Génova y ese es el auténtico motivo de intentar frenarla a la desesperada.
¡Qué error, que tremendo error! En lugar de aceptar, fortalecer y respaldar a quien verdaderamente tiene el apoyo social -en un comportamiento de partido ante la opinión pública penoso y a la vez patético-, se dedican a filtrar a los medios chorradas con el fin de desacreditarla para intentar cerrarle el camino.
Pero, ¿no sois conscientes de que si el PP hoy está de primero en las encuestas es por el tirón electoral que consiguió Ayuso en las elecciones de Madrid? Claro que el desgobierno de Sánchez y su desmesurada soberbia y falta de escrúpulos en mantenerse en el poder como sea y a costa de lo que sea, pactando con separatistas y derogando todo lo que haya que derogar para que sus socios comunistas no le muevan su confortable sillón ayuda sobremanera también.
El PP tiene por fin un líder, lideresa en este caso, y que puede llegar a ser la primera presidenta de España. Se llama Isabel ,así que, Teodoro, dedícate a otra cosa y deja a Ayuso seguir su trayectoria, por el interés general y por el bien de este país.