Ecce Homo
Sánchez se lava las manos, a la espera de que los errores de Feijóo, por sí mismo, hagan ver su inutilidad como salvador
En este extremadamente tórrido y humeante ferragosto, hay una celebración especialmente insigne que no puede, de ninguna manera, pasar desapercibida: se cumplen diez años de la inexistente restauración del llamado Ecce Homo de Borja. Para quien no lo recuerde, una de las máximas entronizaciones del “efecto fake”, lo supone este ya décimo aniversario de la supuesta reconstrucción y mejora de un fresco deteriorado albergado en el Santuario de la Misericordia, sito en este pueblo maño.
“He aquí al hombre”
Las cifras son apabullantes: desde la fecha del cacareado y, en un principio, risible error, más de doscientas cuarenta mil personas acuden peregrinas a contemplar la mejorada faz del fresco original, obra de un olvidado artista menor de origen valenciano, Elías García Martínez, realizada en su momento por una pretendida y arriesgada restauradora vocacional, Cecilia Jiménez Zueco, quien cuenta ya en el templo con un museo propio. A las arcas del municipio, en palabras de su alcalde, Eduardo Arilla, el desastre pictórico le supuso ya un ingreso de más de 300.000 euros así como elevar a Borja a “estar en el mapa mundial del turismo”. Nunca un error dio para tanto.
Desde la fecha del cacareado y, en un principio, risible error, más de doscientas cuarenta mil personas acuden peregrinas a contemplar la mejorada faz del fresco original
La repercusión fue tal, que incluso dio pie al argumento de una ópera, haber aparecido en varias películas, nominar un vino así como haber provocado el más variado plantel de artículos de marketing, convirtiendo al engendro en un icono más de nuestros turbulentos tiempos. Su autora, en su bendita ignorancia y a pesar de hacer honor a la inserción de su segundo apellido, no solo no se arrepiente del deterioro sino que insiste en deleitarnos con más obras propias de una exposición de amas de casa y que, además de sentirse muy feliz por todo lo acontecido y ratificar, como no, que volvería a hacerlo, corrobora que “lo hice con mucho cariño, como todas las cosas en el santuario”. Asistimos así, bendita sea también, al triunfo de la buena voluntad.
Y para quien no lo recuerde, un “Ecce Homo” (expresión latina que significa “he aquí al hombre”) alude a aquel pasaje del Evangelio de San Juan en el que Poncio Pilato, para certificar su lavada de manos en el asunto de la crucifixión de Jesucristo, lo exhibe a la muchedumbre, flagelado, ensangrentado y coronado de espinas. Esta sí exitosa representación, se convirtió en un clásico de la pintura religiosa pasando al sentir popular como la demostración gráfica del deterioro y la exposición pública con garantía de condenación.
Hacerse un “Ecce Homo”
Algo así está pasando con la imagen que el gobierno, en particular la facción socialista, está intentando hacer con el líder de la derecha civilizada, Feijóo, desde el mismo momento de su presentación como alternativa al impecable y bello doncel ejecutivo; calculado repinte hay de mostrarlo con la mayor cuantía posible de llagas y pústulas para escarnio público, vamos “hecho un ecce homo”. Y cual Pilatos, versión doméstica de Pilato, Sánchez se lava las manos, a la espera de que los errores de Feijóo, por sí mismo, hagan ver su inutilidad como salvador. Poco saben ya en la filas socialistas, ¡maldita LOGSE!, sobre el final de esta historia. No quisiéramos hacer spoiler, pero, ya en el último, después de varios capítulos anteriores de la serie sobre el martirologio, el protagonista no sobrevive, de momento, pues resucita. ¡Ah si, como con los zombis!, aseveran desde las filas podemitas. Bueno, parecido, más o menos…
Cierta izquierda todavía asentada en la EGB (es decir, si, en la Educación General Básica, pero muy básica), suele fiar muchas expectativas en los muertos, tratando de resucitarlos cada cierto tiempo buscando con ello rédito electoral. Parece que ya la reiteración en sacar a Franco del Valle de los Caídos no va a seguir funcionando porque, según noticias muy fidedignas, el inquilino ya se mudó.
Restaura que algo queda…
Fuentes consultadas por este periódico digital, afirman que, desde Ferraz, ya se han puesto en contacto con Cecilia Jiménez en su Borja natal para que restaure, otra vez, su Ecce Homo. Por cierto, ella ya manifestó que “volvería a intentar repararlo”. Y así, ya tendríamos título para la película que, supuestamente, pretende rodar sobre el evento Amenabar: “Ecce Homo II. Misión Iceta”.