Big Data
La actual revolución que vivimos está sustentada en un elemento aparentemente más etéreo: los datos y la información
Estamos inmersos de lleno en la denominada cuarta revolución, que como todas las anteriores está llamada a transformar en 360 grados nuestra vida cotidiana y dirigirá nuestro futuro inmediato. ¿Cómo produciremos, cómo consumiremos, cómo nos relacionaremos y cómo nos comunicaremos? Analizando la anatomía de este instante aparecen por el horizonte los nuevos mercaderes de “lo verde” o de la muerte a cámara lenta del planeta, según se mire (bancos, multinacionales y fondos carroñeros), que nunca tuvieron el “don” de la oportunidad, pero siempre el del oportunismo.
Los nuevos profetas de “lo verde” nos presentan sin ningún rubor su nuevo modelo de producción y de consumo sostenible, un nuevo modelo económico y financiero, innovador y disruptivo que denominan circular, azul y lo que cuadre. Estos mercaderes han llevado a la naturaleza a la destrucción y al “apocalipsis”, pero se han apuntado como galgos a las transiciones verdes necesarias para que podamos seguir vivos en este mundo al borde del precipicio. Estos verdes oportunistas y de ocasión solamente atienden, de nuevo, a las necesidades de sectores de privilegio y grandes focos de poder; con el único deseo y finalidad de seguir haciendo negocios al precio que sea. Eco, no ego.
Estos verdes oportunistas y de ocasión solamente atienden, de nuevo, a las necesidades de sectores de privilegio y grandes focos de poder
La primera revolución, denominada industrial, estuvo sustentada en innovaciones energéticas que dieron origen a la industria y al desarrollo urbano; la segunda, en base a la electricidad y el petróleo como detonantes, originó nuevos sistemas de transporte (avión, automóvil…) y de comunicación (teléfono, radio y televisión) que indujeron transformaciones decisivas en el mundo laboral y en el sistema educativo y científico; mientras que la tercera eclosionó gracias al desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), que permitieron consolidar un proceso de globalización hoy irreversible a pesar de las resistencias. La actual revolución que vivimos está sustentada en un elemento aparentemente más etéreo: los datos y la información.
Los nuevos multimillonarios de nuevo cuño todos conocidos, surgen del poder de la información
De la economía del conocimiento y de los datos aparecen nuevas multinacionales de todos conocidas; los datos son la nueva energía básica y la clave del desarrollo del siglo XXI; los nuevos multimillonarios de nuevo cuño todos conocidos, surgen del poder de la información. Todo esto es algo que profetizaron en el siglo pasado los filósofos franceses Michael
Foucault y Jacques Derrida cuando descifraron el poder y los sistemas de dominación.
La antigua erudición, sabiduría y ciencia se concentraba en algo tan conocido y clásico como la Universidad, que actualmente es puesta en duda como inservible y obsoleta por el mayor multimillonario mundial, Elon Musk (“La universidad es para divertirse, no para aprender”). De este mundo han surgido la mayor manipulación y desinformación conocida; los Big Data que valen para ser utilizado como nuevos sistemas de dominación y control a través de las redes sociales, algo que maneja a la perfección un “zumbado” de origen irlandés del Estado de Virginia conocido de todos, Steve Bannon.
Según la oficina de refugiados de la ONU, en los próximos 50 años se prevén unos 200 millones de refugiados por el cambio climático
Finalizamos ya. Según la oficina de refugiados de la ONU, en los próximos 50 años se prevén unos 200 millones de refugiados por el cambio climático. El 90% del plástico que se produce en el planeta no se recicla jamás; en los últimos 50 años hemos perdido más de la mitad de las especies animales. El 77% de la tierra (excluyendo la Antártida), y el 87% de los océanos han sufrido mutaciones como consecuencia de las actividades económicas del ser humano. En el año 2019 Groenlandia perdió 2 billones de toneladas de hielo en un solo día debido al calentamiento global… Podíamos seguir.
Estos datos son “mentiras del ecologismo”, son solo datos “catastrofistas” que son rechazados por los nuevos mercaderes de lo verde, como tiene que ser; el consumo y la producción tienen que seguir, disfrazados de eco.
“Nuestros hijos no tendrán tiempo de discutir sobre el cambio climático. Estarán ocupados lidiando sus efectos” (Barack Obama).