Análisis: Post Partido

No todo puede ser alegría, gozo y buenos deseos. De todos los congresos, especialmente de los extraordinarios, se sale con la cabeza caliente pero con las manos todavía vacías

Feijóo firma su acta de renuncia como presidente del PP gallego

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Habemus Presi en el Partido Popular. Mucho ruido para una única nuez. Dicho en gallego, idioma oficial ahora en Génova 13, “era visto!”. Tanto remar para acabar en la orilla. Después de cuatro años a la deriva, el trasatlántico del PP tiene nuevo comandante. Viene avalado por numerosas singladuras, todas ellas exitosas, con el marchamo de saber vadearse en procelosos mares y conducir la nave con mano firme en todos los océanos. “Con este si, con este ganamos” se oyen voces entre la marinería. Hasta Ayuso, quién hace bien poco pedía sangre, se ha rendido a la evidencia, “La política de adultos llega al PP en el mejor momento”. Todo muy rico y muy bien descongelado, sin haber hecho prisioneros; con estilo, vaya. Vuelve la cordura, era el momento. El momento, esa es la clave.

‘Memento’

Nos explica el diccionario de la Real Academia de la Lengua (RAE) que el término Memento es un latinismo que se refiere al segmento del canon de la misa donde se conmemora a los creyente que viven y a aquellos que ya fallecieron. Esta parte de la eucaristía, introducida en el siglo IV, empezaba con esta palabra que se traduce por Acuérdate o Recuerda. Tiene dos partes el Memento, el Memento o Recuerdo de vivos, donde el oficiante pide por ciertas personas a través de una mención especial así como por todos los presentes en la ceremonia. Y la segunda parte del Memento en la que se alude al Recuerdo por los difuntos, donde se ruega por quienes hayan fallecido, pidiéndole así mismo a Dios por sus almas.

Hemos asistido pues a una ceremonia sacra de gran calado, con sus dos partes claramente oficiadas por un nuevo capitán ahora que estos pueden concelebrar actos trascendentales. Ahora, en este momento, todo es paz, una paz augusta como merece una figura que es capaz de concitar el apoyo del 98,35% de los votantes.

Y Feijóo, en un puro y avisado estilo cesarista, mostrando magnanimidad y clemencia, se haya rodeado de su propia guardia pretoriana compuesta por recios guerreros del Norte. Con permiso de Dolores Delgado, éxito asegurado.

‘Memento Mori’

Pero no todo puede ser alegría, gozo y buenos deseos. De todos los congresos, especialmente de los extraordinarios, se sale con la cabeza caliente pero con las manos todavía vacías.

La expresión que completa a Memento es Memento Mori. Concepto extraído del latín, la locución corresponde a una premisa filosófica entendida como una consigna para la vida. El origen de dicha expresión se remonta al Imperio romano y se producía cuando entrando un general victorioso en Roma, este era acompañado por un siervo quien, sosteniendo las hojas de laurel, símbolo de la victoria sobre la cabeza del laureado, desde atrás le susurraba “Recuerda que solo eres un hombre”. La frase, inmortalizada en el cine en la película Quo Vadis, queda en la memoria a través de la imponente figura de Robert Taylor como el victorioso general Marco Vinicio en su triunfal llegada en comitiva a Roma.

Memento Mori, Recuerda que eres mortal, se asocia así a la fugacidad de la vida. La frase apunta a la eliminación de la soberbia ya que indica que, más allá del éxito, ningún ser humano elude a su desaparición. Sano es por tanto, incorporar alguien que haga ese ingrato pero obligado papel. No solo hay que rodearse de los afectos; hay que dar también voz a los discordantes.

Feijóo ya ha sido objeto de algunas que otras pullas por sus últimas emocionadas expresiones posiblemente fruto del acaloramiento del momento. Es el momento, sí, pero de la tranquilidad y la mesura, teniendo por bandera que, como se dice en el argot financiero, “rentabilidades pasadas no garantizan rendimientos futuros”. Y para que el nuevo presidente del PP no se olvide de sus raíces, que el resultado no haga bueno aquello del cauteloso “nin vou alá, nin fago falta”.

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