Adiós a tres economistas
Galicia se enriqueció y se benefició del rigor y la capacidad intelectual y profesional de Pepe Duro, Luis Caramés y Xoaquín Álvarez Corbacho
En el pequeño margen de un puñado de semanas Galicia ha perdido a tres destacados economistas: Pepe Duro, Luis Caramés y Xoaquín Álvarez Corbacho. Los tres fueron profesores universitarios con acreditada y prolongada proyección más allá de las aulas. Por eso digo que los ha perdido Galicia, no sólo la Universidad.
Los tres fueron economistas de primer nivel, comprometidos, además de con la docencia y la investigación en sus áreas específicas de trabajo, con el progreso de Galicia. El progreso en el más amplio sentido del término: científico, político, económico, empresarial…
Galicia se enriqueció y se benefició del rigor y la capacidad intelectual y profesional de Duro, Caramés y Corbacho
Galicia se enriqueció y se benefició del rigor y la capacidad intelectual y profesional de Duro, Caramés y Corbacho, fuera por sus aportaciones sobre el sector público, sobre la financiación autonómica y local, sobre nuestro tejido empresarial o sobre el sistema fiscal, por citar a vuelapluma algunos de los territorios por los que desplegaron su talento.
Carezco de los conocimientos especializados para calibrar a fondo el valor de sus aportaciones en el ámbito de la economía, pero desde mi pequeño outeiro de periodista atento a las cosas de Galicia me resulta doloroso anotar estas pérdidas (tanto más cuanto llegan antes de tiempo) para el país.
Duro, Caramés y Corbacho, dejaron su impronta en el ámbito de la economía y/o en el de la política (si es que realmente es posible deslindar ambos espacios)
Porque los tres, Duro, Caramés y Corbacho, dejaron su impronta en el ámbito de la economía y/o en el de la política (si es que realmente es posible deslindar ambos espacios) desde la Facultad de Economía de la Universidad de Santiago, convertida, desde su creación a finales de los años sesenta, en motor impagable del progreso económico y político de Galicia. Un motor felizmente replicado, desde los años noventa, en las facultades homónimas de Vigo y A Coruña.
De la facultad compostelana salieron los primeros jóvenes economistas formados en Galicia, con preparación profesional y perspectiva gallega en el enfoque de nuestros viejos y nuevos problemas. Fundamental contar con ellos cuando se inició el proceso de construcción autonómica y de vertebración de la Galicia municipal.
Los economistas de matriz compostelana y, por tanto, gallega, fueron fundamentales para la gobernanza política y económica a todos los niveles, para la modernización de nuestras empresas y para la dirección del sector público cuando Galicia más lo necesitaba. No por casualidad, dos de los presidentes de la Xunta (los socialistas Laxe y Touriño) proceden de esa misma cantera.
Ahora que parece que estamos descubriendo la importancia estratégica de las universidades para el progreso material y cultural, conviene valorar en su justa medida hasta qué punto la creación de una facultad como la de Económicas en la Compostela de 1967 puede ser vital para el desarrollo de una comunidad.
Miles de alumnos y alumnas de Pepe Duro, Luis Caramés y Álvarez Corbacho ejercen su desempeño profesional en los cuatro costados de Galicia. De la Galicia urbana y de la rural
Miles de alumnos y alumnas de Pepe Duro, Luis Caramés y Álvarez Corbacho ejercen su desempeño profesional en los cuatro costados de Galicia. De la Galicia urbana y de la rural. De la interior y de la costera. De la agraria, industrial y de la terciaria. De la pública y de la privada. Al más alto nivel de gestión o al de una pequeña empresa familiar.
Eso es hacer país. Ese es su gran legado.