La Xunta moviliza 4 millones en ayudas para ordenación forestal
Las subvenciones están destinadas tanto a propietarios individuales como a agrupaciones de productores
Una de las medidas impulsadas por la Xunta tras la ola de incendios que se cobró la vida de cuatro personas fue la de incentivar los procesos de ordenación forestal, una tarea que reivindica año tras año el sector y la propia Consellería de Medio Rural, pero que nunca acaba de hacerse del todo.
La última iniciativa destinará cuatro millones de euros en diversas líneas de ayudas a la ordenación del monte. Según explicó la conselleira Ángeles Vázquez, se podrán beneficiar de las subvenciones los propietarios forestales particulares de forma individual, sus asociaciones, cooperativas agrarias, montes proindivisos, montes de socios, comunidades de bienes u otras personalidades jurídicas y comunidades de montes vecinales en mano común.
Ordenación, gestión y adhesión a modelos silvícolas
Vázquez ha explicado que estos fondos subvencionarán la redacción de los instrumentos de ordenación, como proyectos de ordenación, documentación simple de gestión, documentos compartidos de gestión y documentos de adhesión masiva a modelos silvícolas.
Así, se «pretende facilitar que los propietarios dispongan de una herramienta técnica con la que organizar sus recursos forestales y garantice una gestión sostenible del monte». El objetivo es que todos los montes tengan un instrumento de ordenación en 2019.
Líneas de subvenciones
En la orden de ayudas, publicada en el DOG, se establecen cuatro líneas de subvención. La primera para zonas declaradas de alto o medio riesgo de incendio. La segunda línea es de aplicación en aquellos montes que se encuentren en alguno de los tres casos siguientes: montes por lo menos parcialmente cubiertos por masas consolidadas de frondosas autóctonas, en Red Natura 2000 y en los situados en zonas de policía de las áreas de riesgo potencial significativo de inundaciones.
Por su parte, las sociedades de fomento forestal (Sofor) contarán líneas específicas para ellas, con el fin de favorecer su impulso como figura destacada a la hora de poner en valor los montes.