La Xunta frena el nuevo Plan Forestal entre críticas del sector
La hoja de ruta para el desarrollo forestal, cuyo primer borrador se anunció para antes de final de año, genera rechazo en buena parte de la cadena de valor
La idea de poner en marcha un nuevo plan forestal, una hoja de ruta a largo plazo para la planificación y desarrollo del monte gallego, volvió a estar sobre la mesa en la antesala de las elecciones que lanzarían a Alberto Núñez Feijóo hacia su tercer mandato en la Xunta. El documento, que según la Consellería de Medio Rural lleva dos años revisándose, volvió a estar delante de los focos cuando la ola de incendios del fin de semana del 14 y 15 de octubre mató a cuatro personas y calcinó más de 35.000 hectáreas. Tras la dramática jornada, la conselleira Ángeles Vázquez dijo que el borrador podría presentarse antes de que acabara el año.
Sin embargo, el plan no cuenta con el respaldo de buena parte de la industria de la madera y de los productores, que no ven utilidad en presentar una planificación si no hay previamente un consenso amplio. La postura en la llamada cadena de valor es que el plan forestal fracasaría en cuanto se produjese un cambio de Gobierno si no cuenta con el suficiente apoyo del arco parlamentario. Lo mismo sucedería si no se hace una puesta en común con los distintos actores del monte, que van desde el productor hasta la corta y transformación de la madera.
El otro argumento que esgrimen las fuentes consultadas es que se necesita una mejor radiografía del monte gallego antes de poner en marcha el planeamiento. Se refieren a una actualización del inventario forestal o de los datos de estructura de la propiedad, caracterizada en Galicia por el minifundio, por tierras abandonadas e incluso por propietarios que heredaron parcelas cuya ubicación desconocen.
Medio Rural abre una revisión para que «todo el mundo sea partícipe»
Ángeles Vázquez matizó el pasado martes, en una visita al Centro de Investigación Forestal de Pontevedra, que tras los últimos acontecimientos será necesario “sopesar” el planteamiento del Plan Forestal para “que todo el mundo sea partícipe”. Respecto a los últimos acontecimientos se refería a los trágicos incendios acaecidos días atrás. Especificó además la conselleira que será “la revisión” del documento la que determine qué especies se podrán plantar en los montes, apuntando que no se debe “demonizar” a ninguna, en referencia al eucalipto.
El último Plan Forestal de Galicia data del año 1.992 y, pese a contar entonces con un consenso amplio, fue sistemáticamente incumplido. Así lo constató el Consello de Contas en un informe publicado el verano de 2016. El organismo fiscalizador concluía que la Xunta había dado la vuelta a las inversiones previstas en su propia hoja de ruta, dedicando el 60% de los fondos a apagar incendios. El planeamiento preveía que un 83% de las inversiones deberían dedicarse a selvicultura y gestión forestal para rentabilizar el monte y solo un 17% a la extinción.
