La patronal de la madera explicita su rechazo al plan forestal

Era un secreto a voces desde finales del año pasado. Lo sabía la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, que pese a todo decidió presentar a la cadena de valor de la madera el borrador de la Xunta para el nuevo plan forestal, la hoja de ruta que marcará el desarrollo y aprovechamiento del monte gallego en los próximos 20 años, en lugar de atender a las voces que la instaban a consensuar más el documento. La ola de incendios de octubre, en la que murieron cuatro personas, aceleraron los pausados biorritmos de la Administración.

A finales de año, Medio Rural trasladó a los agentes del sector forestal el borrador del plan para que aportaran propuestas y correcciones. Poco después buena parte de la cadena de valor mostraba su rechazo al documento. Elier Ojea, presidente de la federación de aserraderos Fearmaga y de la patronal de las madereras Confemadera, dejaba claro este jueves su enmienda a la totalidad.

La industria, desaparecida en el plan

En la comisión especial de estudio y análisis de las reformas de la política forestal que se creó tras los incendios, Ojea dijo estar «decepcionado» con la hoja de ruta. A su juicio, el plan forestal renuncia a “analizar la disponibilidad de la madera» o a «asentar las bases para simplificar el batiburrillo legal» existente, en referencia a la complejidad de los trámites administrativos, por ejemplo, a la hora de hacer cortas.

También ha criticado que no «no contemple medidas para el incremento de la madera de calidad, pero sí» para el campo de la «biomasa con fines energéticos». «No entendemos que la industria de transformación de la madera desaparezca del plan», ha incidido, además de apuntar que este plan «necesita presupuesto». Fearmaga, según indicó, ya ha trasladado a la Xunta sus alegaciones.