Cientos de agentes forestales reclaman a la Xunta “dignidad laboral”

Cientos de agentes forestales y medioambientales de la Xunta han marchado por las calles de Vigo en protesta por el atasco en el acuerdo que regule sus condiciones laborales. Los trabajadores llevan desde que comenzó agosto en huelga, limitada por los estrictos servicios mínimos fijados por el Gobierno gallego en plena campaña de incendios, que afectan al 100% de los empleados dependientes de Medio Rural.

La movilización de este miércoles reclamó “dignidad laboral” para los trabajadores y que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, medie en el conflicto. La manifestación, que partió a las 19 horas de Plaza de España, también reprochó la falta de sensibilidad de la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, con proclamas como “Bea Mato, sal del anonimato”.

Contra la política forestal de la Xunta

Al final del recorrido, la actriz ourensana Nate Borrajo leyó un manifiesto en denuncia del «abandono del rural» y la «escasa ordenación forestal» de la Xunta, a la que acusan de «despreciar» este servicio público.

Los trabajadores recuerdan que el acuerdo que regula sus «especiales condiciones de trabajo» lleva caducado desde 2007 y que las carencias del servicio «son palpables» cuando se producen olas de incendios como la de octubre del pasado año.

Por ello, demandan mejoras en sus condiciones de trabajo: mejores salarios, reducción de jornada para favorecer la conciliación o reconocimiento de una segunda actividad a partir de los 60 años.

La movilización estuvo respaldada por el portavoz de Agricultura y Montes del BNG, Xosé Luís Rivas, y el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero.

Precariedad laboral de los agentes

Esta misma semana, colectivos ecologistas como Amigos da Terra han advertido del «desmantelamiento» de los servicios forestales públicos, lo que conlleva «mucho mayor riesgo para los ecosistemas forestales» y las personas que trabajan en el mantenimiento de los bosques de Galicia.

En un comunicado, señala que las bajas de los agentes forestales están sin cubrir, lo que afecta «directamente» al operativo, «con mayor carga de trabajo». A modo de ejemplo pone que hay distritos forestales con una superficie de más de 112.000 hectáreas, en las que un agente llega a abarcar más de 50.000 hectáreas en su turno. Además, censura que «en la mayoría de los distritos forestales no hay reuniones para subsanar los errores que se producen», así como para mejorar la coordinación.

También critica la falta de vigilancia las 24 horas y que el Pladiga «sigue sin tener en consideración las situaciones meteorológicas» para atender a las situaciones de peligrosidad de incendios en vez de la «tradicional» época de alto riesgo. Por todo ello, llama a la Xunta a la reflexión tras «40 años de fracasos».