La Axencia Galega da Industria Forestal sigue en el limbo, denuncia la patronal
Confemadera cuestiona que la Xunta pueda cumplir su promesa de poner el nuevo organismo en marcha antes del verano, cuando aún quedan muchos aspectos por pulir
A principios de este mes, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, anunciaba la intención de su Gobierno de que la Axencia Galega da Industria Forestal funcionase en el primer semestre de este año. Sin embargo, desde Confemadera, su presidente Elier Ojea teme que la creación de este organismo, que pasará a depender de la Consellería de Economía, no se materialice hasta después del verano.
La patronal que agrupa a los principales actores del sector está a la espera de que la Xunta le traslade el borrador del plan forestal, que, como explica Ojea, “es el traje que hay que hacerle al monte en Galicia”, así como un inventario forestal actualizado “que refleje la realidad que tenemos”. Con respecto a la agencia, el presidente de Confemadera indica que “más que letra, lo que hace falta es música” y saber, por ejemplo, de cuánto dinero va a disponer en cada anualidad
De momento, asegura, hay anuncios, manifestaciones y buena voluntad, pero “no se avanza como desearía”. En este sentido, espera tener información al respecto en cuestión de días, aunque reconoce que el momento “no es el más cómodo”, ya que la Xunta, depués del incendio de Portugal, está en alerta respecto a lo que pueda suceder este verano con los incendios en Galicia.
Confemadera teme que la creación de la Axencia Galega da Industria Forestal se retrase hasta después del verano
El profesor Juan Picos es de esta misma opinión. Ve necesario que se definan cuanto antes las estrategias para evitar que esté todo revuelto y que “lo urgente vaya parando lo importante” (que los incendios dejen de lado la planificación). “Al menos una parte de la actividad silvícola y de producción debe estar aislada o no contaminada por ese frenesí de emergencia permanente”. Solo así se puede evitar la pérdida de selvicultores o de empresas que muestren interés por el aprovechamiento de las masas forestales, apunta.
En este sentido, pone como ejemplo las órdenes de ayudas para la compra de maquinaria o la repoblación, que muchas veces “no salen cuando tienen que salir porque la gente está pendiente del operativo, a pesar de que es en esas fechas cuando se tienen que hacer los trabajos”. Con la creación de la agencia, estas ayudas pasarán a depender directamente de la Consellería de Economía, que podrá fijar mejor los tiempos, permitiendo así a la de Medio Rural centrarse en la lucha contra el fuego.
La información, clave para actuar
Al igual que el presidente de Confemadera, el profesor de la Escola de Enxeñaría Forestal de la Universidad de Vigo aboga por analizar la realidad del sector “con datos, no con sensaciones que pueden no ser representativas del territorio”, incidiendo así en la necesidad de un inventario forestal permanentemente actualizado, pero también por abordar una cuestión que tras el incendio de Portugal parece, si cabe, igual de urgente: explicar a la población cómo comportarse ante un fuego. “Es muy raro ir a San Francisco o Japón y que nadie sepa cómo reaccionar ante un terremoto. Sin embargo, aquí, que los incendios forestales son muy frecuentes, no se informa a la población de qué es lo que no hay que hacer”, lamenta Picos.