HTC cierra sus oficinas en España
El fabricante taiwanés deja la atención comercial, pero sus productos seguirán llegando a través de los distribuidores locales
Las pérdidas económicas de HTC en el mundo obligan al fabricante de móviles taiwanés a ajustarse el cinturón. Y en España han decidido bajar la persiana de sus locales y dejar al país sin atención comercial. Es la misma medida que han tomado en Italia, y la estrategia de la empresa es concentrar sus ventas en el Reino Unido; aunque la marcha del «brexit» quizás le haga cambiar de rumbo.
Que cierren las oficinas no significa que HTC desaparezca de España: el sistema de distribución será delegado a los representantes locales, y la atención al cliente se realizará por vía telefónica o virtual (chat y correo electrónico).
HTC había lanzado el primer móvil con sistema Android al mercado: fue el HTC Dream, en 2008. La tecnológica había logrado liderar el sector en pleno despertar de los teléfonos inteligentes, pero no pudo contener la avanzada de las grandes compañías como Apple o Samsung, y menos la llegada de sus competidores chinos como Huawei o Xiaomi.
En el último trimestre de 2016, HTC había logrado frenar la caída en picado de sus resultados. Sus ingresos, por 700 millones de euros, representaban una mejora del 18% comparado con el trimestre anterior; aunque no pudo desterrar las pérdidas, que han sido de 63 millones.
El HTC 10 ha tenido una llegada aceptable en el público, pero no terminó de despegar como se esperaba debido a la falta de innovaciones respecto a sus antecesores y el alto precio comparado con otros productos similares. La tecnológica también está apostando fuerte por la realidad virtual con su dispositivo HTC Vive, que ya ha vendido 144.000 unidades en el mundo.
