SOS de las cárnicas gallegas: «A este paso va a costar más un refresco que un kilo de filetes»
La Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega advierte de que los productores se encuentran en un momento "crítico" que "condiciona su viabilidad futura" ante la escalada de precios en la energía y las materias primas
Roberto extiende estiércol en la finca donde pastan sus vacas del barrio de A Tolda, en Lugo, Galicia (España) / Europa Press
Los productores cárnicos que operan bajo la Indicación Geográfica Protegida Ternera Gallega lanzan voz de alerta por la crisis del sector. A través de un comunicado denuncian que se encuentran en el momento «más crítico, que incluso condiciona su viabilidad futura».
A su juicio, el sector cárnico de vacuno de calidad gallego «viene sufriendo una crisis económica continuada, provocada inicialmente por una caída significativa de los precios y agravada posteriormente por el alza desproporcionado de los costes de producción», derivada del incremento de los precios de la energía, de los combustibles, de los abonos y de las materias primas como los cereales para alimentación del ganado.
En este sentido, los productores denuncian que estas subidas de costes no se han visto reflejadas en los precios de venta de un sector «clave y fundamental» para mantener el rural gallego vivo, en que más de 10.000 familias ganaderas, con explotaciones sostenibles, tanto desde el punto de vista social, como económico o medioambiental. Además, recuerda que son elemento de cortafuegos debido a la actividad de pastos que mantienen.
Las cárnicas ven «en riesgo» su continuidad
Desde la IGP Ternera Gallega hacen un llamamiento para que a todos los niveles y desde todos los ámbitos, empezando por el propio Consejo Regulador, las distintas administraciones, los sindicatos y asociaciones, las cooperativas y los operadores de la cadena comercial (ganaderos, industrias y distribuidores), y finalizando por los consumidores, busquen «soluciones conjuntas que permitan mantener y potenciar una actividad vital para el rural gallego, basada en una calidad reconocida en todos los mercados y con un modelo de producción de máximo respeto con su entorno y con el bienestar animal».
A su juicio, «es lógico» que los productores del sector primario «se encuentren hartos con todo lo que está pasando y de los ataques indiscriminados que reciben». Es por ello que denuncian que esta subida de costes pone «en serio riesgo su continuidad, su medio de vida y el de sus familias»
«Es necesario el compromiso de la sociedad y sobre todo de las Administraciones de la Unión Europea y de los propios países y regiones que la conforman con el sector, señala, al tiempo que apunta que «lógicamente las subidas deben de ser moderadas y progresivas en el tiempo, pero también va siendo hora de que se valore el origen de los alimentos que se consumen». «Al paso que vamos, dentro de poco cuesta más tomar un refresco que comprar un kilo de filetes«, sentencia la IGP Ternera Gallega.
