Ochocientos operadores impulsan la agricultura ecológica gallega
Los productores piden una normativa más flexible pero Bruselas endurecerá todavía más las condiciones
El auge de los productos saludables y la creciente preocupación medioambiental entre los ciudadanos han generado un campo de cultivo propicio para la eclosión de la agricultura ecológica, área que no ha dejado de crecer en Galicia gracias al impulso de productores, empresas e instituciones. El esfuerzo de los distintos agentes ha generado un incremento inusual en la superficie certificada y en la producción.
El número de operadores, según desveló el presidente del Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega), José Antonio Fernández Álvarez, supera ya los 800 en la comunidad, entre elaboradores y productores. Hace una década, en 2004, se quedaban en la mitad, 361. Pero quedó patente en las jornadas Galicia en clave económica, que llegaron este jueves en la casa sindical de Chantada, no todo es un camino de rosas.
Reglamento más duro
Los productores que asistieron al debate organizado por Economía Digital con la colaboración de la Deputación de Lugo y el Grupo El Progreso, se quejaron de las elevadas exigencias para certificar sus productos, ya que la agricultura convencional limítrofe, debido al uso de pesticidas, impide a muchas superficies acceder a la certificación. Por este motivo, en Chantada, tierra de castaña, manzana y viñedos, pidieron más flexibilidad.
Pero su petición está lejos de cumplirse. El presidente de Craega, organismo que aplica la normativa europea, reconoció que los criterios son duros sobre todo para algunos cultivos, como la vid, pero que Bruselas tiene previsto endurecerlos más. Por ejemplo, se pedirá a las empresas planes ambientales en el desarrollo de su actividad y se pondrán más dificultades a las llamadas granjas mixtas, con dos tipos de cultivo.
Pero aunque Craega tiene una capacidad limitada, solo puede realizar sugerencias, sobre la normativa de certificación, su presidente tampoco es partidario de flexibilizar los criterios, ya que son estas exigencias las que garantizan una alta calidad en los productos. José Antonio Fernández auguró que la producción ecológica gallega, disparada por la actividad de las conserveras, seguirá creciendo. Tiene margen. En España, uno de los grandes productores europeos, manda Andalucía, que concentra casi la mitad de la facturación en todo el Estado.
Cómo crecer
La certificación ecológica es un proceso integral. Va “desde la semilla al producto final” y está vinculada, desde sus mismas raíces, con la protección del medio ambiente y los productos saludables. Se invierte más, se ofrece más calidad y se vende más caro. Pero además ha sido un agente dinamizador e innovador en el rural gallego. Un ejemplo es la eclosión de Ecological Galicia, la mayor feria de productos ecológicos de la comunidad. Su impulsora, Patricia Ibarra, recordó que casi la mitad de los expositores que asisten al evento, que se celebra al aire libre, llegan desde más allá de la frontera gallega.
Ibarra pidió romper con los tópicos y caminar hacia una agricultura ecológica y moderna. Sirva como ejemplo el proyecto Hortoglobal Atlántico, al que está adscrito Ecological Galicia, que se emplaza como un centro coordinador e impulsor de iniciativas que van desde la formación hasta la incorporación de herramientas para la comercialización, como puede ser la venta online. “Nuestra intención es crear comunidad y promocionar todos los productos ecológicos”, zanjó Ibarra.
¡Ojalá pudiéramos venderlo todo aquí!
Curiosamente, Galicia destaca más por las potencialidades de su territorio y sus cultivos que por el consumo de productos ecológicos. Y esto provoca algunas paradojas. Por ejemplo, que la comunidad sea la mayor productora de manzana sidrera y que esta manzana esté considerada la mejor para su elaboración. “Lo dicen los propios asturianos”, apuntó José Luis Olmedo, técnico de Innovación de Custom Drinks, la envasadora chantadina de la sidra Maeloc.
La marca de Hijos de Rivera acumula prestigio en Japón, Reino Unido o Alemania, gracias a la exportación. “¡Ojalá pudiéramos venderlo todo aquí!, apuntó Olmedo, pero lo cierto es que la elaboración de una sidra gallega, que tiene como aspiración llegar a ser totamente ecológica, no es poca conquista. La manzana sidrera de Galicia se marchaba antes hacia el exterior para su elaboración fundamentalmente en Asturias.
El compromiso de Maeloc
De las manzanas que llegaron a Custom Drinks en el último año, el 66% tenían certificación ecológica: “Nos gustaría convertirnos en la primera sidrería gallega 100% ecológica”, afirmó Olmedo, apuntando una de las direcciones que marca la pizarra de Hijos de Rivera para Maeloc.
La otra es generar una nueva relación con el productor. “Queremos que nos conozcan y que conozcan lo que hacemos con sus manzanas en Custom Drinks”, que por el momento son ocho tipos de sidra, tres de ellos ecológicos.
Reportaje de Televinte sobre el debate La hora de la agricultura ecológica