La Xunta carga contra el recorte de cuotas a la merluza y el lenguado
La conselleira do Mar, Rosa Quintana, critica al Gobierno por aprobar un reparto de cuotas con "resultados muy escasos" al incluir recortes del 8% para la pesca de merluza en aguas ibéricas
Imagen de archivo de un buque pesquero
«Resultados muy escasos». Así define la conselleira do Mar, Rosa Quintana, al reparto de cuotas del año 2022 para especies clave para la flota gallega como es el caso de la merluza o el lenguado.
Según la representante de la Xunta, el informe realizado por Galicia «sirvió para contener la propuestas de desastre» que se preveía. Quintana ha seguido en Bruselas el avance de las negociaciones, pese a no formar parte de la delegación negociadora española -compuesta por el Ministerio de Pesca y el Gobierno andaluz en representación de las comunidades– y ha criticado que España votase a favor del acuerdo general y solo rechazase las medidas propuestas para aguas del Mediterráneo.
Quintana pone deberes a la UE
De esta forma, Quintana ha expresado su decepción con los resultados a pesar de que se logró «minorizar» la bajada de la merluza sur. La especie más importante para la flota gallega encadena tres años seguidos a la baja tras quedarse con un recorte del 8% frente al inicialmente previsto del 18% para aguas ibéricas, con la consecuente mejora de especies acompañantes.
«Tenemos que convencer a la Unión Europea de la importancia que tiene la actividad pesquera, no solo como una actividad económica, sino como una actividad que produce un alimento importantísimo para todos los habitantes de la UE«, ha defendido Quintana, que ve positivo que se pasase de una propuesta inicial de descenso del 16% para el jurel entre Fisterra al golfo de Cádiz a un aumento del 12%.
Por todo ello, apela a «seguir trabajando» para convencer a la Comisión Europea de que «no solamente se deben tener en cuenta los aspectos medioambientales, sino también los sociales y económicos».
Así quedan el resto de cuotas
En paralelo, se mantiene la cuota de abadejo tanto en la costa de Francia como en el Cantábrico Noroeste y se suaviza la reducción inicial del lenguado, que era del 15%, hasta el 5%. No obstante, en este recurso la separación de la gestión por especie puede dificultar la actividad pesquera, avisa la Xunta.
En el caso de la cigala del Cantábrico, entre Asturias y Cantabria, el acuerdo aprobado por el Consejo de Ministros de Pesca de la UE supone reabrir la pesquería con un TAC de 14 toneladas, por debajo de las 20 toneladas que recomendaban los científicos. En el stock de esta especie de Fisterra hacia el sur se palía en buena medida la rebaja propuesta al pasar del -16% al -5%.
Sin embargo, permanece cerrada la cigala en la costa gallega y de Portugal, si bien la Comisión Europea se comprometió a revisar el TAC en función de los resultados que ofrezcan los estudios y análisis que se realicen en 2022.
La conselleira do Mar ha subrayado también otros compromisos realizados por el Ejecutivo comunitario como el hecho de que se revisará la asignación del bonito del norte entre los Estados miembros con el objetivo de corregir los excesos cometidos por flotas de otros países en los últimos años que impidieron a la española agotar las posibilidades de captura que tenía asignadas.
Bruselas estudiará además una de las demandas realizadas por Galicia desde hace años, como es la de aumentar la flexibilidad en los intercambios de jurel entre las dos zonas de aguas ibéricas –de Fisterra hacia el golfo de Vizcaya y de Fisterra hacia el golfo de Cádiz– para facilitar la labor de la flota.
