La agricultura ecológica sigue sumando adeptos en Galicia
Las ventas de productos ecológicos gallegos crecieron un 42% en el último año y rondan ya los 60 millones de facturación
La agricultura ecológica en Galicia sigue creciendo a pasos agigantados. El pasado año, las ventas certificadas por el Consello Regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia (Craega) crecieron un 42%, hasta los 59,09 millones de euros, superando así “las previsiones más optimistas”.
El presidente del Craega, Francisco López Valladares, ha destacado que los datos de 2017 son «excepcionales». El número de operadores aumentó un 19,91%, hasta superar el millar, mientras la superficie inscrita lo hizo un 15,15% y ronda ya las 32.000 hectáreas. El objetivo de la Xunta, como avanzó este lunes la conselleira de Medio Rural, Ángeles Vázquez, en la presentación del balance del consejo regulador, es contar con 40.000 hectáreas certificadas en 2021.
En este sentido, López Valladares espera que el plan estratégico del Gobierno gallego suponga el «impulso final» para el sector, un documento «ya cerrado», según ha adelantado la titular del departamento autonómico, que prevé presentar «en breve».
Más frutas y cereales
Por productos, los mayores repuntes se dieron en cereales (+146%, hasta 5,4 millones), en frutales (+126%, hasta 1,58 millones) y en aceites (+105%, hasta 1,46 millones). Del lado contrario, solo bajaron las ventas de tubérculos (-52%, hasta 7,95 millones), ya que el consejo regulador tiene inscritos en zonas en las que no se puede cultivar debido a la plaga de la patata.
En este contexto de «crecimiento imparable», Galicia se sitúa como «primera comunidad» en explotaciones de leche ecológica y segunda en aves de corral para carne y en el ámbito apícola (con más de 40 explotaciones). Además, la producción de huevos ecológicos alcanzó los 12,5 millones.
Cada vez más internacional
En cuanto a los productos que tienen mejor salida en mercados extranjeros destacan los vinos y las sidras, así como la castaña, que va en más de un 80% para fuera de la comunidad (Estados Unidos, Suiza, Japón y la Unión Europea entre otros lugares). Por su parte, más de la mitad de las conservas se destinan a fuera de España, mientras que los productos cárnicos se quedan «casi todos» en Epaña, según el Consello Regulador.