Aprobada la ley de recuperación de tierras y la moratoria al eucalipto
La normativa, que solo apoyó el PP, establece que la Xunta puede quedarse con las parcelas abandonadas durante 10 años
O titular do Goberno galego, Alberto Núñez Feijóo, durante a rolda de prensa posterior á reunión semanal do Consello da Xunta. San Caetano, Santiago de Compostela, 25/02/21.
Los votos favorables del PPdeG han permitido la aprobación de la nueva ley de recuperación de tierra agraria. Esta normativa incorpora la moratoria a nuevas plantaciones de eucaliptos hasta final de 2025, aunque estarán permitidas las repoblaciones en terrenos con presencia de esta especie.
Este punto ha provocado las críticas de la oposición, que acusó a la Xunta de tejer una «cortina de humo para desviar la atención», dado que ha provocado un «frenesí plantador» de eucalipto antes de que entre en vigor, según reprochó el BNG.
El PSdeG, por su parte, ha criticado la «errática» suspensión de nuevas plantaciones de eucaliptos al provocar «inseguridad». Lamenta una «intervención lamentable» en el mercado de la madera, que supondrá una caída de precios y «potenciar el monocultivo».
Cortafuegos, banco de tierras y parcelas abandonadas
Entre las novedades que dispone este texto se encuentran las áreas de cortafuegos, que serán de impulso público. Se crearán zonas de discontinuidades con actividad agrícola, ganadera o forestal en sitios elegidos por criterios técnicos para frenar los incendios.
Asimismo, se crea un Banco de Explotacións, que elaborará un listado actualizado de explotaciones susceptibles de intermediación. En el caso de que titulares, por razón de edad o dificultades, quieran cederlas de forma voluntaria.
Al texto final se han incorporado más de 250 enmiendas, entre las que está una del PSdeG para ampliar a 10 años (la propuesta inicial eran cinco años) el plazo para que dueños puedan reclamar terrenos abandonados antes de que vayan a propiedad de la Xunta –pasarán a la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader) con potestad para subastar, permutar o constituir derechos reales sobre estos terrenos–.
«Nadie se quiere quedar con la tierra de nadie«, garantizó el conselleiro de Medio Rural, José González.
