Rajoy reúne a sus barones para hacer frente a su principal crisis de liderazgo
El desplome del PP reabre el debate de la sucesión tanto del presidente como de la secretaria general del partido
¿Hay alguien en el PP que hubiera podido obtener mejores resultados que Mariano Rajoy el 24M? Los populares aún son el partido más votado de España, pero la pérdida de hasta 11 puntos y casi 2,5 millones de votos encendió las alarmas de la calle Génova. Este lunes por la tarde los barones territoriales acudirán a la sede de la formación para analizar la debacle.
El debate de la sucesión está abierto, pero sin candidatos claros.
Aguirre se queda sin fuerzas
La rival ad eternum de Rajoy, Esperanza Aguirre, no consiguió precisamente un refuerzo de liderazgo en las urnas. El PP ganó en Madrid con el 35,11% de los votos, pero puede perder el gobierno municipal si Manuela Carmena, Ahora Podemos (25,7%), consigue el apoyo del PSOE de Antonio Carmona (17,43%). Un varapalo en toda regla para la líder regional de la formación, poco habituada a perder en unos comicios.
Rajoy tiene este flanco controlado, aunque los dardos durante la campaña no llegaron sólo desde Madrid. En su Galicia natal, Alberto Núñez Feijóo avisó de que era necesario abrir la caja de Pandora de la renovación si el PP sólo conseguía ser el partido más votado del 24M, sin mantener sus principales plazas. Y esto es, precisamente, lo que ha ocurrido.
El PP puede perder Valencia
Igual que en Madrid, un eventual pacto entre izquierdas podría relegar el PP a la oposición en otro de sus grandes feudos: Valencia.
Rita Barberá, alcaldesa desde 1991, deberá ceder un centro que lleva su sello si todos pactan en su contra. «Es un resultado malo, no me voy a ocultar», manifestó sin tapujos el domingo.
Rajoy se esconde en la noche electoral
Mientras Barberá y el candidato a la presidencia de la Comunidad de Valencia, Alberto Fabra, daban la cara en el Levante, en la calle Génova la situación fue muy diferente.
La crisis de mando de Rajoy se materializó en la desaparición total del presidente del Gobierno en la noche electoral. No se le vio en la sede del PP y cedió la responsabilidad de hacer el primer análisis electoral ante la prensa al vicesecretario de organización y director de campaña del partido, Carlos Floriano, que compareció con un discurso triunfalista cuyo principal ariete es que se mantenían como primera fuerza en España.
Cospedal se debilita
Con todo, el presidente del Gobierno no es quien tiene ante sí el escenario más complicado. La fuerza de la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, se ha debilitado tras quedarse sin la mayoría absoluta que le garantizaba un gobierno cómodo en Castilla-La Mancha. De hecho, casi se da por sentado que el PP perderá la comunidad.
Los 16 diputados de Cospedal se podrían quedar en el banquillo de la oposición si el PSOE (14 representantes) llega a un pacto contra Podemos (3 escaños). El líder de los socialistas, Pedro Sánchez, ya se ha puesto manos a la obra para alcanzar esta meta.
La secretaria general tuvo que encajar las primeras críticas en la misma noche del 24M por su presunta responsabilidad directa del varapalo electoral. Si no hubiera impulsado una reforma de la ley electoral que redujo de 49 a 33 escaños el Parlamento de Castilla-La Mancha, el PP podría soñar con un pacto con Ciudadanos. Pero el ajuste en la representatividad dejó a los de Albert Rivera fuera de la Cámara.
¿Iniciará el PP su propia renovación?
Que Cospedal sea la líder de la oposición en su comunidad es factible y no es precisamente la mejor tarjeta de presentación en Génova. Especialmente si se tienen en cuenta sus diferencias con la mano derecha de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría (con sus propias batallas abiertas en el seno de la organización); los envites que ya ha tenido que soportar por el caso Bárcenas o los patinazos en sus declaraciones ante la prensa.
Son varias las voces en el partido que apuntan que su liderazgo está más que amortizado.