Mas acelera y amenaza ahora con no pagar la deuda pública española

Si se produce una negociación a partir del 27 de septiembre, todas las partes deberán rebajar el tono de forma drástica. Artur Mas el primero, porque a cinco días de las elecciones, busca la confrontación para tratar de lograr el último voto independentista.

Tras las palabras del Gobernador del Banco de España, Luis Maria Linde, en las que ha advertido de que sería posible un corralito en Cataluña, Mas ha lanzado una dura proclama: «España se juega mucho. Imaginad que no haya acuerdo con la deuda pública española. ¿Cómo haría frente el Estado a su deuda si no hay acuerdo para que Cataluña asuma su parte? El precio de no ponerse de acuerdo es implacable», ha insistido.

Reserva india

Mas se ha desatado en los últimos días, hablando como un indio, y haciendo ver que los dirigentes de los partidos de ámbito estatal «llegan a Cataluña como si fuera una reserva». El actual president de la Generalitat, número cuatro de la lista Junts pel Si, ha cargado sin contemplaciones contra Linde. «Hay gente que tiene el poder y no quiere perder la silla. Hoy tenemos otro ejemplo, el del gobernador del Banco de España, personas al servicio del Estado que no quieren perder el poder», ha asegurado.

Mas, dispuesto a jugar hasta el final con su proyecto independentista, ha añadido que es «irresponsable e indecente amenazar con cosas que nadie en un país democrático se atrevería a insinuar, y lo hacen porque no tienen ningún otro argumento».

Con todos estos mimbres será complicado buscar posteriormente un acuerdo. Pero cada fuerza política actuará en función a los resultados que obtenga el 27S. En cualquier caso, todos los candidatos de Junts pel Si están despreciando hasta ahora las advertencias y las alertas de empresarios, del Gobierno y de las autoridades europeas sobre una posible salida de Cataluña de la Unión Europea.