Los Fontenla y sus sicavs
Todo gran patrimonio gallego que se precie tiene sus sicav, esas sociedades de inversión colectiva que tributan a poco más del 1% en el Impuesto de Sociedades, refugio de fortunas al abrigo de miradas indiscretas entre un núcleo de socios obligado por ley, al menos un centenar, pero que en realidad esconde ejecutivos de entidades y administradores varios, más conocidos por mariachis en el argot financiero. Y como la familia del presidente de la patronal gallega no iba a ser menos, pues el hermano de Antonio Fontenla, Manuel, ex socio en la constructora familiar ahora en suspensión de pagos, ha impulsado una sicav con un modesto patrimonio.
Se trata de Nigoy Inversiones, creada junto a su hija María José Fontenla Millares, una abogada que actúa en calidad de consejera y secretaria de la sociedad, y unos cuantos socios más. Gesiuris es la gestora a la que ha encomendado esta rama de los Fontenla la gestión de su patrimonio. Lo hizo en 2010, cuando Manuel y otros hermanos decidieron vender una parte de Construcciones Fontenla a su hermano Antonio, con lo que el presidente de la patronal volvía a la gestión de la empresa familiar, de la que ya era accionista, controlando la mayoría del capital, y después de algunos avatares judiciales que es mejor olvidar.
Royal Bank of Canadá es, según datos que obran en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la depositaria de esos 2,4 millones de euros, aunque su límite de capital estatutario se eleva a los 12 millones. La sicav, que opera en el mercado alternativo bursátil, califica sus inversiones como de alto riesgo, aunque sus posiciones semejan más bien ser conservadoras. La rentabilidad acumulada del año por la sociedad de Manuel Fontenla supera el 3%, aunque en el último trimestre se quedó en el 2,13%. A fondos de inversión destina algo más del 36% de su patrimonio, mientras que la renta variable se lleva un 23% y los depósitos e imposiciones a plazo, algo más de un 12%.
A los socios los puedes elegir. A la familia, no. Ambos, socios y familia, convivieron durante muchos años en el seno de una empresa coruñesa, Construcciones Fontenla, que tras una serie de avatares entre hermanos, con salidas y entradas en el accionariado, acabó en suspensión de pagos, con un pasivo de 40 millones de euros, casi toda deuda bancaria. Es así como el hermano del Fontenla más conocido, Manuel, crea sicavs mientras el presidente de la Confederación de Empresarios de Galicia, Antonio, gestiona la quiebra de la constructora familiar tras haberle comprado su parte. La vida misma.