Los empleados públicos tendrán un botón antipánico contra las agresiones
Cada cuatro días es agredido un empleado, y en los últimos dos años las situaciones violentas aumentaron un 33%
Se trata de poner la cara y recibir agresiones por asuntos que son de su responsabilidad directa. Este es el calvario que sufren los empleados públicos, sobre todo los trabajadores de las oficinas de empleo. Esta entidad aglutina el 80% de las denuncias en la atención al público.
Para frenar las situaciones violentas, el Ministerio de Empleo comenzará a instalar este mes un botón antipánico en las dependencias oficiales, que se activa con una combinación de teclas en el ordenador, y alerta a la oficina que hay una situación de agresión.
Este recursos informático forma parte de un Plan de Prevención y Actuación ante la Violencia Laboral, en el que también se entrega una guía sobre cómo prevenir las agresiones y qué hacer cuando el problema pasa a mayores. Otro recurso es colocar carteles dirigidos a los usuarios, que precisen las consecuencias legales de las agresiones a los empleados.
Crecen las agresiones
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) presentó un informe que precisa el alcance de los ataques: el año pasado hubo 539 casos de amenazas y agresiones físicas, de las cuales 78 llegaron a la violencia física. O sea, una cada cuatro días en promedio. Estas agresiones son el doble que las registradas el año anterior, con 39 casos.
Si se suman los ataques verbales y físicos, en los últimos dos años hubo 895 situaciones violentas, más de una por día. Esto es un incremento del 33 por ciento entre ambos períodos.
Y eso que en estas cifras no se incluyen las estadísticas de las Instituciones Penitenciarias, «donde la Administración todavía se sigue negando a extender un protocolo específico, pese a que así lo acordó con los sindicatos el año pasado», informa el CSIF.