La vuelta a los cuidados del hogar saca del mercado de trabajo a 121.000 mujeres
La leve recuperación del empleo masculino y el factor estacional del verano explican, entre otros factores, el regreso de miles de mujeres a las tareas domésticas como dedicación exclusiva
Más de 100.000 mujeres dejaron de ser población activa en el tercer trimestre del año porque abandonaron su trabajo al encontrar sus maridos un empleo, se jubilaron, se dedicaron a atender a sus hijos en vacaciones o emigraron buscando una oportunidad laboral.
La última Encuesta de Población Activa (EPA) desvela una caída, entre julio y septiembre, de 116.000 personas en el total de población que trabaja o busca empleo. Este hecho se debe en exclusiva a la salida del mercado laboral de 121.500 mujeres (dado que el número de hombres activos aumentó en este periodo en 5.400 personas). ¿Pero a dónde han ido a parar esas mujeres? ¿Por qué han abandonado el mercado laboral en un momento en el que el empleo crece?
Labores domésticas
La catedrática e investigadora de Fedea, Sara de la Rica, explica que en los últimos 8 años han entrado al mercado laboral muchas mujeres de edades maduras y, en general, con poca formación que, ahora que sus maridos han encontrado un puesto de trabajo, empiezan a abandonarlo. Vuelven a la inactividad porque su entrada al mercado laboral se produjo como «trabajador añadido», comenta De la Rica.
Los datos sostienen esta hipótesis: el número de mujeres inactivas se ha incrementado casi en exclusiva durante este trimestre entre aquellas que declaran dedicarse a las labores del hogar (134.900 mujeres más), según la EPA.
En el mismo sentido, la profesora de Dirección de Personas y Organización de Esade Àngels Valls señala que el incremento de la inactividad en mujeres responde, sobre todo al cuidado de personas en el ámbito del hogar. «La mujer continúa cumpliendo con el rol de fuerza de trabajo subsidiaria», ocupando el hueco que dejaban los hombres durante la crisis, debido a la destrucción de empleo en sectores masculinizados, asegura esta experta.
De la ocupación, a la «inactividad»
Los flujos de población de la EPA también reflejan que 1.358.700 personas salieron de la actividad durante este trimestre (16.500 más que en el mismo periodo de 2014), un dato que se explica fundamentalmente por el flujo neto de salida desde la ocupación a la inactividad de 100.100 mujeres.
La mayor parte de ellas, 37.400 féminas, tenían entre 35 y 44 años, seguidas de las de 25 a 34 años (35.600), de las de 45 a 54 años (34.500) y de las de 55 años en adelante (33.400), mientras que las menores de 24 años siguieron el camino contrario y 40.900 de ellas pasaron de la inactividad a la ocupación.
A juicio de Valls, los flujos de población entre ambos sexos siguen un patrón muy similar, ya que el 93 % de los hombres inactivos ya lo estaban en el trimestre anterior, tasa que apenas se reduce al 91,2 % en el caso de las mujeres, lo que no muestra una diferencia «muy significativa».
Cuidado de los hijos en verano
Además del cuidado de familiares, también es destacable la salida de la actividad de mujeres de entre 25 y 44 años, madres que tienen un puesto de trabajo «circunstancial» y lo dejan y vuelven al hogar en la temporada estival para cuidar a sus hijos, según De la Rica. Esta última razón tiene, sin lugar a dudas, un claro componente estacional ya que el tercer trimestre incluye los meses de julio, agosto y septiembre.
También afectan la emigración de España para trabajar en el extranjero y la entrada de mujeres en la inactividad por jubilación, las llamadas «salidas por la cola», ya que el envejecimiento de la población hace «que entren pocos y salgan muchos», asegura De la Rica.