Hollande tiene que caminar seis mil pasos al día para mejorar su figura

A François Hollande le gusta el deporte. Pero es de lo que les gusta verlo en el sofá, o ahora que es presidente, desde los palcos VIP de los estadios de fútbol o básquet. Pero salir a practicarlo, ya no le hace tanta gracia.

«No voy al gimnasio, no hago nunca ejercicio muscular. No digo que esté bien lo que hago, pero es así», confesaba hace poco el jefe del Estado francés a la revista Le Lab. Que mejor prueba que el regalo que le hizo su hijo, una cinta para correr que la terminó abandonando por falta de uso.

Pero en un año habrá elecciones, los asesores de imagen buscan que el candidato sea lo más perfecto posible. Y la figura de Hollande no tiene el estado atlético que le gusta exhibir a su antecesor Nicolás Sarkosy. Por ello el médico Michel Cymes, una estrella televisiva de la vida saludable inspiró al mandatario francés a cuidar su línea. Y lo hace con un método sencillo y económico: caminar seis mil pasos al día.

Ahora Hollande se obliga a subir los pisos del Palacio del Elíseo por las escaleras, según revela el periódico «Le Journal du Dimanche», y tiene una aplicación que cuenta los pasos, un podómetro, descargado en su iPhone para contar sus zancadas y recuperar el tono físico. El Presidente francés reveló su argucia para perder peso, pero no ha desvelado que hará para ganar consistencia en los sondeos de popularidad

Tampoco es un ejercicio descomunal, sólo es media hora de caminata diaria, pero según dice Hollande, si todo el país tuviera la misma rutina deportiva, en Francia se reduciría la población sedentaria a la mitad. Y además, habría un importante descenso de las enfermedades y del gasto público en sanidad y seguridad social.