El 68% de los jóvenes gallegos que trabajan solo consiguen contratos temporales
La Xunta admite la escasa empleabilidad de la población más joven y propone "modernizar" la formación profesional y adecuar el temario de las universidades al mercado laboral
La Xunta considera que Galicia tiene un problema grave en la tasa de desempleo juvenil. Frente al discurso político que ha mantenido el Gobierno gallego respecto al mejor comportamiento del paro en la comunidad en la comparación con la media estatal, cuando los datos se remiten al desempleo juvenil, Galicia sale perdiendo. El documento de análisis que sienta las bases del Plan Estratégico 2015-2020, la hoja de ruta que guiará durante un lustro la política de la Xunta, establece entre las principales debilidades del territorio la complicada inserción de los jóvenes, que coincide además con la fuga de talento y un progresivo envejecimiento de la población.
Entre los datos que analiza el Gobierno gallego, es especialmente preocupante la inestabilidad del empleo. La tasa de temporalidad, la relación de contratos temporales frente a los fijos, es del «67,9% entre los jóvenes de 16 a 24 años, que trabajan de forma temporal involuntariamente». Del mismo modo, la Xunta reconoce que tanto la tasa de paro como el desempleo juvenil «presenta valores muy superiores a la media europea».
Cuando aborda el área de bienestar social, el documento que analiza las debilidades de Galicia certifica que «los niveles de pobreza juvenil y de los hogares monoparentales con hijos a su cargo se agravaron especialmente».
Revisión de la formación
Entre los males que agravan la situación de los jóvenes está, a juicio del Gobierno gallego, la falta de adecuación de las titulaciones universitarias con la demanda del mercado laboral, que convive con «la escasa empleabilidad de los jóvenes con menor nivel de formación». Esto deriva en un «desánimo y desmotivación» frente al mercado de trabajo similar al que sienten los parados de larga duración.
La Xunta propone, en las líneas maestras de desarrollo, la potenciación de la formación profesional, concretada en una «formación dual moderna» que facilite la empreabilidad de los jóvenes. También propone «adecuar y racionalizar» la oferta académica, para que mantenga una coherencia con el paisaje socioeconómico de Galicia.